Desnuda está la madrugada,
como una niña recién nacida,
vestida de horror e inmaculada,
y sin pecado original,
porque originalmente
no hay más nada que
un constante sobrevivir
a esta muerte sin fin
que te anonada.
A esta muerte sin fin
que los frailes eternizan
en su mirada.
Con sus biblias plenas de sombra
y sus dioses llenos de baba
y las cadenas de su dogma
mortificandote el alma,
eternizando la muerte
en su mirada.
En un difícil día de Marzo de 1988
27.8.07
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