No soy ateo, sino Gnóstico. Lo que significa que para mí, pretender enredar a Dios de alguna manera con las miserias de este mundo-o de cualquier otro mundo- representa una Blasfemia insostenible.
Este mundo tiene otros dioses. Son los dioses ante los que se postra la humanidad desde milenios. Los dioses que se beben la sangre de los hijos e hijas de los hombres.
Con esos dioses -los dioses que pueblan las biblias de todas las religiones- no tengo nada que ver.
En tal sentido, estoy mucho más cerca de los agnósticos y los llamados ateos, que de los supuestos "cristianos", que han interpretado el Evangelio de manera absolutamente invertida. Y son esclavos de los dioses del mundo.
2007
28.8.07
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