8.5.13





Muerto,
estuve muerto
hasta Encontrarte,
y mi vida en un instante pasó
de sepelio a celebración constante.
Llevo en mis labios y mi corazón
el sabor de tu alma y de tu sangre.

Mujer inconcebible,
pedazo de Cielo hecho carne.
Estuve muerto,
profundamente muerto
hasta Encontrarte.

Retorno al paraíso
montado en una estrella
que lleva tu nombre
y luce tu sangre.

Cabalgo la estela de los Sueños
desde que un Dios benévolo
se apiadó de mi Caída
y me llevó de vuelta a la cima
donde Tú Vives y Reinas,
Oh Diosa Inefable!


Estuve muerto,
intensamente muerto
hasta Encontrarte.
Mi Espada ha encontrado
finalmente a su Dueña,
mi armadura su destino
y los bríos de mi sangre
una Reina y su estandarte.

De mi libro "Celtic Dream"

Para Mariana Anchorena
 

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