En una oportunidad Suzuki asisitió a un congreso de filosofía en Hawai. Luego de una de las conferencias, un filósofo a la salida le preguntó a Suzuki que le había parecido, Suzuki respondió: Estuvo bien, pero en el Zen lo importante es la vida...
Al otro día, luego de otra conferencia, el mismo filósofo le preguntó a Suzuki que le había parecido esta otra conferencia y Suzuki le respondió: Fue una buena conferencia, pero en el Zen lo imporante es la muerte... El filósofo sorprendido le preguntó: ¿Cómo puede decirme usted ayer la vida y hoy la muerte? Y Suzuki le respondió: Porque el Zen no ve mayor diferencia entre una y otra.
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