Meditación en gris

No moriremos
el uno para el otro
ni todos para uno.
En singular proceso
moriremos cada uno
para sí tan sólo.

No te veré morir
porque tu muerte
es ritual secreto.
No me verás morir
porque mío solamente
es el fruto de mi muerte
y me comerá en silencio,
firmemente.

A qué fingir amor
si sólo espejos,
inexpugnables espejos
nos invaden.

Espejos sin fin,
no más que espejos.
Y la soledad infinita
reflejándose sin término.


De mi libro "Los Papeles de Alexis" 1983-1988