Llegar a Ti
fue como para Ulises
llegar a Itaca
luego de un siglo
de penurias y batallas.
Anclar mis cansados labios
sobre tus exactos labios
que tienen la medida justa
de todos los sueños que cobijé.
No eres real.
Eres Real.
Shekinah de mi Kether.
Dama Primera y Ultima
a la que entregaré mi espada y mi estandarte
y por la que lucharé la Batalla Final
llevando su amado pañuelo
entre los pliegues de mi cota de malla
bajo la gastada -pero aún poderosa- armadura
que lleva las huellas de mil batallas
contra las fuerzas de la oscuridad.
Adorada y añorada Shekinah,
vuelvo con la inocencia de un niño
a beber de la fuente de tu pecho
luego de la terrible jornada.
Tu aroma me envuelve
y hace olvidar el hedor de la sangre
de las mil heridas que aún sangran todavía.
Soy Robin Hood
volviendo a casa.
Y sólo Tú sabes
que eres Tú
quien aguarda!
De mi libro "Celtic Dream"
4.5.13
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