Mientras en esta mañana luminosa
desgrano los poemas relucientes
de mi Hastío sideral,
siguen los azotes en la casa de Caifás...
Mientas siento mis ominosas posaderas
sobre el cómodo sillón de mi holganza matinal,
la mitad de mi alma, allá,
ha comenzado una diarrea interminable
que complica una vez más el ya complicadísimo
tratamiento de la enfermedad de la civilización
que ha caído también sobre nosotros...
¿Y quiénes eramos, acaso, "Nosotros",
"la pareja casi perfecta","el matrimonio ideal",
para librarnos de la regla general?
Ah, humildad!
Que me devuelves milagrosamente
al humus, tierra pequeña,
de la que nunca salí verdaderamente
y a la que vuelvo catapultado por imperio
luminoso de este Sufrimiento interminable!
21.3.13
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