Poema XXVII
No busca encuentro la mirada.
Vaga honda y sola.
No busca nada en contra.
Soledad.
Canora Soledad
que imprimes en mi pecho
el íntimo nombre de la Rosa.
Sólo el agua y el viento me Llaman
con la voz transparente del Alba
Y voy en Silencio hacia la Voz.
Solo.
Sólo contigo, Mi Dios,
en Soledad inmarcesible.
Pez furtivo que no desea ya trocar
la brevedad virginal con que lo invistes.
De mi libro "Extinción de la palabra"
0 comments:
Publicar un comentario