creyendo que es hijo de Pluta,
no tendrá acceso a la percepción
de su naturaleza absoluta.
Deja de ladrar a la luna
de manera lamentable y espantosa
y descubre que Tú mismo eres
la Fuente de todas las cosas.
La página del escritor Manuel Gerardo Monasterio Ecología Vedanta Gnosticismo Zen Música Cine Metacultura Conspiración Cósmica
El 25 de Diciembre de 1989 era asesinado el Presidente Rumano Nicolae Ceausescu, con el beneplácito de la comunidad internacional que hasta poco tiempo antes lo había premiado y ensalzado públicamente.
La Reina del ex-imperio pirata -colonialista y criminal- de Gran Bretaña, un día antes de su muerte le quitó la Knight Grand Cross of the Order of the Bath que anteriormente le había conferido.
Amante de todas las causas perdidas, publiqué en 1990 un ensayo sobre los aspectos de la carrera de Ceausescu que la mayoría de la gente desconoce.
Antes de desbarrancarse –enloquecido por su ambición de poder acrecentada por su ignorante esposa y la pléyade de aduladores que lo rodeaban-fue un bravo patriota Rumano que se enfrentó heroicamente al imperio soviético repudiando duramente la invasión a Checoslovaquia. Asimismo, puso a Rumania en el mapa mundial como ningún otro lo hizo, ni antes ni después. La mayor parte de las atrocidades que se le critican son en realidad parte de la brutalidad propia del pueblo Rumano en general (que continuó repitiéndolas)
Sea como fuere, fue asesinado bestialmente luego de un juicio ridículo y fraudulento, aceptado y hasta aplaudido por todas las supuestas potencias democráticas del “mundo libre”, que hasta poco antes se habían beneficiado con su gobierno.
Murió valientemente, sin temor y con su dignidad en alto, sin proferir un solo gemido ni emitir una súplica a los miserables que lo asesinaron para instaurar en Rumania otra parodia más de “democracia”.
Las tortugas, los colibríes y las hormigas jamás han intentando escribir tratados de antropología…Los seres humanos, sin embargo, escribimos desde tiempo inmemorial manuales de teología.
No hay nada que pueda decirse acerca de Dios que no represente una soberana estupidez o una blasfemia.
A pesar de ello, tenemos incluso a ateos payasescos como Richard Dawkins o Sam Harris, que niegan de manera miliante Aquello que ni siquiera pueden comenzar a vislumbrar.
Para todos ellos se aplica la frase magistral de William Blake:
“Es un imbécil quien reclama pruebas para creer en lo que es incapaz de percibir;
Y tonto sería quien se esforzara en hacer creer algo a semejante imbécil.”
Cálices, símbolos y espadas.
Espejismo de lo yerto
empecinado en perpetuarse
burdamente en la mirada.
Continúa su tránsito
grotesco y desmañado
la tétrica majada:
es la mofa del Rebaño.
Cálices, símbolos y espadas.
Fantasmas dando gritos
y haciendo señas imposibles
desde la sombra inexpugnable
y absurda de su nada.
Son los dioses de este mundo.
De la Novela de Manuel Gerardo Monasterio, "Y Juramos con Gloria Morir"
¿Ha perdido la escuela el carácter repelente que presentaba en los
siglos XIX y XX, cuando domaba los espíritus y los cuerpos para las duras
realidades del rendimiento y de la servidumbre, teniendo a gala educar por
deber, autoridad y austeridad, no por placer y por pasión? Nada es más
dudoso, y no puede negarse que, bajo las aparentes solicitudes de la
modernidad, muchos arcaísmos siguen marcando la vida de las estudiantes
y de los estudiantes. ¿No ha obedecido hasta hoy la empresa escolar a la
preocupación dominante de mejorar las técnicas de adiestramiento para
que el animal sea rentable?
Ningún niño traspasa el umbral de una escuela sin exponerse al riesgo
de perderse; quiero decir, de perder esa vida exuberante, ávida de
conocimientos y maravillas, que sería tan gozoso potenciar en lugar de
esterilizarla y desesperarla bajo el aburrido trabajo del saber abstracto.
¡Qué terrible notar esas brillantes miradas a menudo empañadas!
Cuatro paredes. El asentimiento general conviene en que allí uno será,
con consideraciones hipócritas, aprisionado, obligado, culpabilizado,
juzgado, respetado, castigado, humillado, etiquetado, manipulado, mimado,
violado, consolado, tratado como un feto que mendiga ayuda y asistencia.
¿De qué os quejáis?, objetarán los promotores de leyes y de decretos.
¿No es la mejor manera de iniciar a los pipiólos en las reglas inmutables
que rigen el mundo y la existencia? Sin duda. Pero ¿por qué los jóvenes
aceptarían durante más tiempo una sociedad sin alegría ni porvenir,
que los adultos ya solo se resignan a soportar con una acritud y un malestar
crecientes?
Raoul Vaneigem, en Aviso a escolares y estudiantes, traducción de Juan Pedro García del Campo,Debate, Barcelona, 2001.
Argentina es el país de “la milonga”, no hay lugar a dudas. ¡Cuánta milonga con este ñato!, diría un reo de los de antes…
He aquí a un Comandante en Jefe del Ejército, que se declara culpable de todo, lo que incluye:
1) Privación ilegítima de la libertad de miles de ciudadanos
2) Secuestros extorsivos
3) Tortura
4) Asesinatos sin juicio previo y en la clandestinidad (Si hubiera tenido cojones lo hubiera hecho de frente como corresponde a un General de la Nación con cojones.
¿Qué más hace falta?
¿Tanta milonga para juzgarlo según los códigos militares y fusilarlo de manera sumaria?
Hay momentos –muchos más de lo que uno quisiera- en que a uno le rompe soberanamente las bolas vivir en un país en que se respetan los derechos de aquellos que, por su conducta, han renunciado tácitamente a ellos (lo que incluye al General Videla y a sus secuaces; a los capitostes de la guerrilla que mandaron a sus compañeros a la muerte y transaron con el poder establecido; y a todos los delincuentes asesinos que matan y roban cotidianamente de una punta a la otra de este bello país)
“En el fundamento de esas nobles razas, resulta imposible no reconocer al animal de rapiña, la magnífica bestia rubia que, magnífica y lasciva, vagabundea codiciosa de botín y de victoria”
De “Genealogía de la moral” (1887), Friedrich Nietzsche (1844-1900)
Me resisto, ahora que deben estar fluyendo como lava volcánica las críticas más despiadadas después de la goleada, a ensañarme con la pobre Armada Brancaleone maradoniana, frustrada en su misión divina de recuperar para la causa el Santo Grial. Bastantes cosas dije sobre ellos durante el último año y medio. Maradona hizo lo que pudo, y al menos cayó en su ley, insistiendo en su ilusión casi infantil.
Salió a jugar, otra vez, palo a palo con Tyson, sin laterales y sin Verón para manejar los tiempos de un equipo a puro vértigo, sin pausa. No le fue bien. Es que Alemania no es México. Ellos pegaron primero, esperaron después y cuando tuvieron la oportunidad, remataron el partido sin despeinarse. Simple.
Maradona sabe de fútbol. Es imposible que no sepa del juego que jugó como nadie. Pero la conducción de un grupo es un oficio con códigos muy diferentes y el pensamiento abstracto no es, justamente, una de sus mayores virtudes. Como jugador fue un líder a pura virtud; su juego disciplinaba a los demás naturalmente, sin ninguna elaboración intelectual. Maradona siempre fue instinto, mística, una individualidad deslumbrante. Hacía la diferencia en la cancha. Afuera, la historia es diferente. No alcanza con el ánimo, los gritos, los videítos, las frases hechas, la mística del ’86, los amigos incondicionales. Hay que pensar. Y Maradona es pura luz, no palabra. Se nota.
La culpa no es suya. La culpa es de quien pensó que era un negocio bárbaro darle esa Ferrari que –lo dijo él mismo en otro de sus arrebatos clásicos–, con Basile “estaba cubierta de polvo”. El fútbol, el reino del error humano, no puede compararse con la Fórmula 1, donde la ingeniería manda sobre el talento del piloto. Pero tampoco alcanza con tener un crack entre los 11 y chau. Hay que aceitar la maquinita. ¿Lo vieron al gran Schumacher, boyando en el medio de la fila? Pues es lógico. Su Mercedes no puede competir ni con el Red Bull de Mark Webber, un piloto del montón. ¿Qué quiero decir? Que Messi, sin una estructura que lo potencie, quedó atrás, lejos del podio. Aceptemos la cruda realidad, muchachos: los reyes son los padres y el chico no puede hacer lo mismo que en las publicidades. Ni él ni nadie. Sin socios como en el Barça, todo queda supeditado a alguna genialidad. Con equipos chicos, quizá alcance. Con estructuras serias, no. Y así nos fue.
Verón no tuvo un gran Mundial, eso es claro, pero era el único que podía pensar un poco, en la cancha y afuera también. Por alguna razón no jugó más y se apostó al sacrificio heroico de Mascherano, solo en el medio, al recorrido vertical de Maxi y Di María por las bandas y los tres intocables arriba. Una estrategia a todo o nada, con un inquietante agujero en el medio. ¡Puro estilo maradoniano! Fue nada.
Plan B no hubo. El culebrón previo con Ruggeri fue tan patético como su desafiante presencia en la concentración, para asesorar sobre tácticas defensivas. ¡Genial! Con Clemente sobreactuado como único lateral con oficio, la inexplicable convocatoria del Chino Garcé y la sugestiva ausencia de tipos como Zanetti y Cambiasso, la Armada Brancaleone decidió mandar al muere a Otamendi, un central, devorado sin contemplaciones por Podolski. Sacarlo fue peor todavía. Por ese costado llegaron los otros goles. Ay.
Me emocionó el interminable abrazo de Maradona y su hija Dalma en la derrota. Ella y su hermana Giannina –la misma que le gritaba: “¡No te mueras, hijo de puta que te necesito!” cuando agonizaba víctima de su feroz autodestrucción–, le regalaron una segunda vida. Hay que admirar eso; su fuerza, su voluntad, sus ganas de salir. Y señalar a quienes, una vez más, lo usaron para armar su negocio. Quien haya pensado en Maradona como técnico de la Selección no ha tenido piedad con un tipo entrañable, sin sentido del límite, siempre rodeado de adulones e inútiles simpáticos. Lo dejó expuesto. Quien lo haya hecho es, discúlpenme el exabrupto emotivo, un miserable.
Ah… Cierto que hubo un partido. Los alemanes, como todos, mejoran con la mezcla. El turquito Özil no jugó bien –menos mal–, pero tiene un desparpajo y una emotividad nada teutona con la pelota en los pies. Los polacos Klose y Podolski, con espacios, se hicieron un picnic con los defensores argentinos y Khedira parece un volante salido de nuestro Club Parque. Y encima los demás, los nativos, son una máquina. Schweinsteiger, un bad boy que es manija en el medio y el desequilibrante Thomas Müller, que lleva la casaca 13, como Gerd, su antecesor, el Tanque de 1974.
Basta. ¿Qué nos llevamos de este Mundial? Pues algunas pocas certezas. Por ejemplo que Messi no es Maradona, que Maradona no es Dios, que Dios no es siempre argentino y que los argentinos… ¿Qué cosa seremos los argentinos?
Mmm… Eso quizá lo averigüemos ahora, compatriotas, sin tanto Mundial atornillado en la cabeza.
Hugo Asch (publicado en Perfil el 4/7/2010)
El tema de la modificación del Código Civil es un asunto demasiado serio para que se sancione más en base a presiones de grupos de poder, que sustentándose en un profundo estudio en el que concurran especialistas de todas las áreas en juego.
En fin, frente al panorama que se presenta en este y en tantos otros temas, sólo nos queda coincidir con Goethe:
“Considerada desde las alturas de la razón,
toda vida parece una enfermedad maligna
y el mundo un manicomio”
Este ha sido el mundial más flojo en materia futbolística que me ha tocado mirar.
Ha subido el nivel de países que clásicamente no existían en materia de futbol, pero en general, se ha igualado hacia abajo.
Errores como el de hoy entre Paraguay y España, cuando otro “línea” decide que hay posición fuera de juego y anula un gol que era un golazo porque no había ningún “fuera de juego”. Creo que este partido me dolió más que el que perdió Argentina por la mañana, porque España gana un encuentro que no merecía ganar y que posiblemente no hubiese ganado si el arbitraje no hubiese sido tan soberanamente malo.
Y ahora pasemos al tema del equipo Argentino.
Durante la previa del partido vi por televisión a un montón de argentinos en Sudáfrica que entonaban cantitos burlándose de los brasileños, me dolió mucho. Primero porque esas cosas " se disfrutan en silencio" si acaso han de disfrutrarse de alguna manera, y luego porque es una conducta muy peligrosa. "No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti", elemental.
Luego vino la hecatombe.
Cuando hace un rato me quejé en el supermercado del 4 a 0, un par de personas me dijeron: “No diga eso, los muchachos jugaron muy lindo”.
Creo que los sentimentalismos no entran en un Mundial de Futbol, ningún equipo “juega muy lindo” y pierde 4 a 0. Punto. El que diga lo contrario no entiende nada de futbol.
Y “los muchachos” son profesionales, algunos de los cuales ganan millones de dólares mientras en su país mucha gente no llega a fin de mes.
Quiero que se me entienda: todos estábamos preparados para que Argentina pudiera perder contra Alemania, era algo posible, y por lo tanto para nada deplorable. Pero estábamos preparados para perder 1 a 0, hasta 2 a 0 e incluso hasta 3 a 1 (como perdió Brasil). Pero 4 a 0 es un absoluto desastre, como cualquiera que entienda el mínimo de futbol sabe perfectamente.
Cuando un jugador como Messi –un joven de 23 años que ya es multimillonario en dólares- patea contra el arco, uno espera que lo haga mejor que la mayoría de los argentinos (incluyendo al que esto escribe). Para patear una y otra vez 1 metro por encima del travesaño vamos cualquiera de nosotros y le sale a Argentina mucho más barato. No tiene disculpa y Messi lo sabe. ¿Estaba enfermo? Si estaba enfermo, nuevamente la responsabilidad es del técnico que debería haberlo suplantado (¿podríamos haber perdido sin Messi peor que 4 a 0?)
El futbol le cuesta muchos millones a Argentina, y los argentinos se merecen algo más que un bochornoso, ignominioso 4 a 0.
En Octubre de 2009 publiqué una nota sobre los insultos a la prensa de Maradona, defendiendo la posición personal de Diego. Pero no así su labor como director técnico, porque pensaba, como pienso ahora, que el mejor jugador de todos los tiempos no tiene capacidad suficiente para ese cargo (le faltan aptitudes indispensables y le sobran caprichos) (Escribí, literalmente: “Maradona, el hombre equivocado, en el lugar equivocado, en el momento equivocado…)
Ruego ver toda mi nota para entender ADECUADAMENTE toda la perspectiva en:
http://manuelmonasterio.blogspot.com/2009/10/maradona-argentina-y-el-mundo.html
Pero la responsabilidad no es de Maradona, sino de los que lo alentaron y lo pusieron en ese lugar.
Se perfectamente que la mayoría de la gente va a estar en desacuerdo conmigo, porque los sentimientos mandan. Sin embargo, quiero tanto a Maradona como cualquiera de los argentinos que lo respetan y lo quieren, no sólo por todo lo que dio al país como jugador, sino también por la capacidad y el tesón para salir de sus tremendos problemas una y otra vez y por su inquebrantable honestidad para decir siempre lo que piensa y siente. Pero nuestro amor por Maradona, es un tema aparte. Su labor como técnico no es buena, por decirlo con mucha cortesía. Lamento de todo corazón haber estado en lo cierto, cuando lo afirmé el año pasado ante varios amigos y pacientes (jugadores de futbol ellos mismos) que pensaban lo contrario.
Paul Haggis, el brillante director de “Vidas Cruzadas”, escribió y dirigió esta vibrante película que muestra una faceta de Irak que a la prensa mundial parece no interesarle demasiado.
Tommy Lee Jones fue nominado para un Oscar que no ganó, por el crudo papel del padre de un soldado que ha desaparecido apenas vuelto de Irak.
Charlize Theron mostró una vez más que no sólo es uno de los rostros más bellos de la pantalla, sino que además es una de las actrices más completas que uno pueda tener el placer de observar en cualquier película en la que actúe.
Susan Sarandon acompaña en un pequeño papel y Jason Patrick completa un reparto que se extiende de manera absolutamente profesional.
Tremendo contraste de esta película –basada en un hecho real- con el de la repulsiva muestra tan galardonada, The Hurt Locker (Viviendo al Límite).
“En el valle de Elah” se describe un aspecto de “la tiendita del horror” que subyace bajo la locura de Estados Unidos en Irak. No es una faceta bella, por cierto. Será por ello que los estadounidenses le dieron la espalda y resultó un fracaso en términos de taquilla.
El final –la actitud de Tommy Lee Jones-es para alquilar balcones, y llega como un golpe inesperado pero altamente gratificante.
Lo que está ocurriendo en Irak quedará en la historia como uno de las crímenes más grandes que la humanidad haya perpetrado, con el beneplácito por aprobación o por omisión de la mayoría del planeta.
Quien esto escribe, NO PARTICIPA, ha denunciado y continuará denunciando uno de los genocidios menos cubiertos por la prensa y por la “media” internacional…Silencio apoyado por la mayoría de la humanidad que continúa durmiendo bajo los efectos de los vapores (con mucho olor a azufre para quienes no han perdido el olfato) del capitalismo avanzado.
Si no han visto esta película, ajústense al asiento y lleguen hasta el final.
La nueva telenovela que ha producido Telefé (producida por Llorente y Villaruel Contenidos) es una mediocre repetición de temas ya presentados hasta el cansancio por casi todos los que manejan el mercado (Polka y compañía, etc.)
Resulta difícil abstenerse de la tentación de comparar este producto mediocre con la magnífica producción Brasileña “India: una Historia de Amor”.
Dejemos de lado la impresionante inversión de la Telenovela del país vecino, y hablemos de la temática y del contenido.
En “Secretos de Amor” tenemos la ya clásica presentación de los personajes abominables y poco creíbles. Parece que la gente fuerte del medio está empecinada en ganar dinero repitiendo las repugnancias que ya les han sido fructuosas anteriormente, y por supuesto, como siempre en Argentina, invirtiendo lo menos posible.
La tira apunta claramente al segmento femenino de 45 años para arriba, explotando la rutina matrimonial y las fantasías del amante joven. Estos ingredientes no son obviamente suficientes para que los libretistas hayan podido salir de clichés insoportables y de unos personajes pésimamente delineados que no se sustentan mínimamente, ni aún teniendo en cuenta que el público argentino -¿en estado de inermidad emocional y psicológica?- parece ya capaz de tolerar cualquier cosa.
Una pena ver a “los Navarro” desperdiciados en esta mediocridad inconcebible. Tanto Juan Gil como Adrián son actores de porte y consistencia como para aprovecharlos en obras más acordes con su nivel. La vuelta de Arturo Puig, un actor de presencia segura, no aporta en el papel nada que rescate a la tira de su vulgaridad. Decir que Soledad Silveyra se repite, fatigosamente, sería casi un eufemismo. Sus suspiros y grititos aburren, aún más en el personaje tonto y carente de densidad humana que ya ha compuesto -¿o le han hecho componer?- en varias oportunidades. La típica mojigata que terminará, seguramente, entregándose a pasiones que a esta altura de la cultura ya ni siquiera pueden llamarse “prohibidas”. Y que conste que, por haber disfrutado muy joven de “Rolando Rivas” no tengo para la Silveyra más que cariño y buenos recuerdos. Pero no me parece que sea suficiente.
Por otra parte, a los productores fuertes del país le cuesta muchísimo presentar personajes con valores que resulten creíbles. No es difícil entender la clave de su éxito, son el espejo perfecto de una sociedad donde son noticia los políticos corruptos, los supuestamente honestos que terminan también corrompiéndose y las interminables retahílas de banales atrocidades e impudicias cotidianas relatadas por Rial y reflejadas en Tinelli.
Los personajes “buenos” resultan caricaturas increíbles o apenas triviales de una realidad que tiene, sin duda, mucha gente valiosa para mostrar, pero que los medios se empeñan en ocultar, o acaso son completamente indiferentes a manifestaciones de la consciencia que no logran siquiera comprender.
¡Qué contraste con “India: una Historia de Amor”! Donde sin ninguna complicación –porque la historia presenta a gente normal, no a superhombres- se despliegan los personajes con su caudal de humanidad bien delineada, frescamente expresada, representando un bello relato para el alma del televidente que, si desea ver la tira completa y sin cortes, debe hacerlo hoy día a través de la televisión chilena!
Para aquellos que somos fans de Adrián Navarro y de Juan Gil Navarro y deseábamos volver a verlos, no quedará otro remedio que tolerar la pobreza argumental de esta tira que, seguramente, tendrá todo el éxito que su horario le pueda ofrecer. Luego de lo cual, los productores seguirán convencidos -¿y por qué no habrían de estarlo?- de continuar con estos engendros no sólo burdos, sino tan poco originales.
“No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte. Y si todavía quedan Prejuicios hay que destruirlos. El deber digo bien. EL DEBER del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto, en un libro, una revista de las que ya nunca más saldrá, sino al contrario salir afuera. Para sacudir Para atacar al espíritu público, si no ¿Para qué sirve? ¿Y para qué nació?”
Antonin Artaud
Solar X-rays: Geomagnetic Field: |
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