Paul Haggis, el brillante director de “Vidas Cruzadas”, escribió y dirigió esta vibrante película que muestra una faceta de Irak que a la prensa mundial parece no interesarle demasiado.
Tommy Lee Jones fue nominado para un Oscar que no ganó, por el crudo papel del padre de un soldado que ha desaparecido apenas vuelto de Irak.
Charlize Theron mostró una vez más que no sólo es uno de los rostros más bellos de la pantalla, sino que además es una de las actrices más completas que uno pueda tener el placer de observar en cualquier película en la que actúe.
Susan Sarandon acompaña en un pequeño papel y Jason Patrick completa un reparto que se extiende de manera absolutamente profesional.
Tremendo contraste de esta película –basada en un hecho real- con el de la repulsiva muestra tan galardonada, The Hurt Locker (Viviendo al Límite).
“En el valle de Elah” se describe un aspecto de “la tiendita del horror” que subyace bajo la locura de Estados Unidos en Irak. No es una faceta bella, por cierto. Será por ello que los estadounidenses le dieron la espalda y resultó un fracaso en términos de taquilla.
El final –la actitud de Tommy Lee Jones-es para alquilar balcones, y llega como un golpe inesperado pero altamente gratificante.
Lo que está ocurriendo en Irak quedará en la historia como uno de las crímenes más grandes que la humanidad haya perpetrado, con el beneplácito por aprobación o por omisión de la mayoría del planeta.
Quien esto escribe, NO PARTICIPA, ha denunciado y continuará denunciando uno de los genocidios menos cubiertos por la prensa y por la “media” internacional…Silencio apoyado por la mayoría de la humanidad que continúa durmiendo bajo los efectos de los vapores (con mucho olor a azufre para quienes no han perdido el olfato) del capitalismo avanzado.
Si no han visto esta película, ajústense al asiento y lleguen hasta el final.
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