Lo que tú llamas el otro,
es tu invento.
El otro al que tú te refieres
es el producto de tu energía
puesta en ese constructo.
Podría ser cualquier “otro”
al que hubieras dedicado tus afectos.
Lo que significa que Tú
eres el Centro de todos tus centros.
Sólo Tú, que es lo mismo que el Otro,
porque no hay un Tú separado del Otro
ni un Otro separado del Tú.
Hay sólo Yo.
El verdadero Otro,
como el verdadero Tú,
que son Uno y exactamente lo mismo:
Es Mysterium Tremens.
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