PUBLICADO EN "LA NACION" EL 9DE JULIO DE 2010
En una charla imperdible y a prueba de prejuicios, el gran cineasta italiano se despacha contra el actual estado de la ópera y no deja tema ríspido sin tocar: desde su nacimiento como hijo extramatrimonial hasta su admiración por Berlusconi, pasando por su condición de homosexual, católico y crítico acérrimo del matrimonio gay.
"La manía de muchos directores de ser modernos está matando a la ópera", acusa, antes de concluir que "a falta de una nueva y extraordinaria orientación cultural, es mejor hacer las óperas como fueran concebidas". Algo que, efectivamente, realizó él mismo en la puesta de Turandot presentada en la Arena de Verona el mes último. Lúcido y activo como nunca a los 87 años, Zeffireli tiene programadas cuatro óperas más para el verano boreal.
Respecto de la polémica sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, afirma, tajante: "Detesto toda la oficialidad gay". El artista explica sus razones para rechazar la legalización de las uniones homosexuales: "Siempre me opuse porque creo que se trata de un hecho privado". Asimismo, defiende las nociones de tolerancia y amor promovidas por la tradición cristiana y aclara: "Soy homosexual, no lo escondo, pero siempre tuve una vida muy feliz porque nunca quise que nadie entrara en mi pequeño jardín".
En la foto, de izquierda a derecha, Martin Hewitt (co-protagonista con Brooke Shields de "Amor Eterno") Manuel Gerardo Monasterio Padre y Franco Zefirelli, en 1981
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