30.6.10
Paul Haggis, el brillante director de “Vidas Cruzadas”, escribió y dirigió esta vibrante película que muestra una faceta de Irak que a la prensa mundial parece no interesarle demasiado.
Tommy Lee Jones fue nominado para un Oscar que no ganó, por el crudo papel del padre de un soldado que ha desaparecido apenas vuelto de Irak.
Charlize Theron mostró una vez más que no sólo es uno de los rostros más bellos de la pantalla, sino que además es una de las actrices más completas que uno pueda tener el placer de observar en cualquier película en la que actúe.
Susan Sarandon acompaña en un pequeño papel y Jason Patrick completa un reparto que se extiende de manera absolutamente profesional.
Tremendo contraste de esta película –basada en un hecho real- con el de la repulsiva muestra tan galardonada, The Hurt Locker (Viviendo al Límite).
“En el valle de Elah” se describe un aspecto de “la tiendita del horror” que subyace bajo la locura de Estados Unidos en Irak. No es una faceta bella, por cierto. Será por ello que los estadounidenses le dieron la espalda y resultó un fracaso en términos de taquilla.
El final –la actitud de Tommy Lee Jones-es para alquilar balcones, y llega como un golpe inesperado pero altamente gratificante.
Lo que está ocurriendo en Irak quedará en la historia como uno de las crímenes más grandes que la humanidad haya perpetrado, con el beneplácito por aprobación o por omisión de la mayoría del planeta.
Quien esto escribe, NO PARTICIPA, ha denunciado y continuará denunciando uno de los genocidios menos cubiertos por la prensa y por la “media” internacional…Silencio apoyado por la mayoría de la humanidad que continúa durmiendo bajo los efectos de los vapores (con mucho olor a azufre para quienes no han perdido el olfato) del capitalismo avanzado.
Si no han visto esta película, ajústense al asiento y lleguen hasta el final.
26.6.10
La nueva telenovela que ha producido Telefé (producida por Llorente y Villaruel Contenidos) es una mediocre repetición de temas ya presentados hasta el cansancio por casi todos los que manejan el mercado (Polka y compañía, etc.)
Resulta difícil abstenerse de la tentación de comparar este producto mediocre con la magnífica producción Brasileña “India: una Historia de Amor”.
Dejemos de lado la impresionante inversión de la Telenovela del país vecino, y hablemos de la temática y del contenido.
En “Secretos de Amor” tenemos la ya clásica presentación de los personajes abominables y poco creíbles. Parece que la gente fuerte del medio está empecinada en ganar dinero repitiendo las repugnancias que ya les han sido fructuosas anteriormente, y por supuesto, como siempre en Argentina, invirtiendo lo menos posible.
La tira apunta claramente al segmento femenino de 45 años para arriba, explotando la rutina matrimonial y las fantasías del amante joven. Estos ingredientes no son obviamente suficientes para que los libretistas hayan podido salir de clichés insoportables y de unos personajes pésimamente delineados que no se sustentan mínimamente, ni aún teniendo en cuenta que el público argentino -¿en estado de inermidad emocional y psicológica?- parece ya capaz de tolerar cualquier cosa.
Una pena ver a “los Navarro” desperdiciados en esta mediocridad inconcebible. Tanto Juan Gil como Adrián son actores de porte y consistencia como para aprovecharlos en obras más acordes con su nivel. La vuelta de Arturo Puig, un actor de presencia segura, no aporta en el papel nada que rescate a la tira de su vulgaridad. Decir que Soledad Silveyra se repite, fatigosamente, sería casi un eufemismo. Sus suspiros y grititos aburren, aún más en el personaje tonto y carente de densidad humana que ya ha compuesto -¿o le han hecho componer?- en varias oportunidades. La típica mojigata que terminará, seguramente, entregándose a pasiones que a esta altura de la cultura ya ni siquiera pueden llamarse “prohibidas”. Y que conste que, por haber disfrutado muy joven de “Rolando Rivas” no tengo para la Silveyra más que cariño y buenos recuerdos. Pero no me parece que sea suficiente.
Por otra parte, a los productores fuertes del país le cuesta muchísimo presentar personajes con valores que resulten creíbles. No es difícil entender la clave de su éxito, son el espejo perfecto de una sociedad donde son noticia los políticos corruptos, los supuestamente honestos que terminan también corrompiéndose y las interminables retahílas de banales atrocidades e impudicias cotidianas relatadas por Rial y reflejadas en Tinelli.
Los personajes “buenos” resultan caricaturas increíbles o apenas triviales de una realidad que tiene, sin duda, mucha gente valiosa para mostrar, pero que los medios se empeñan en ocultar, o acaso son completamente indiferentes a manifestaciones de la consciencia que no logran siquiera comprender.
¡Qué contraste con “India: una Historia de Amor”! Donde sin ninguna complicación –porque la historia presenta a gente normal, no a superhombres- se despliegan los personajes con su caudal de humanidad bien delineada, frescamente expresada, representando un bello relato para el alma del televidente que, si desea ver la tira completa y sin cortes, debe hacerlo hoy día a través de la televisión chilena!
Para aquellos que somos fans de Adrián Navarro y de Juan Gil Navarro y deseábamos volver a verlos, no quedará otro remedio que tolerar la pobreza argumental de esta tira que, seguramente, tendrá todo el éxito que su horario le pueda ofrecer. Luego de lo cual, los productores seguirán convencidos -¿y por qué no habrían de estarlo?- de continuar con estos engendros no sólo burdos, sino tan poco originales.
Qué lento exprimes, Señor,
el líquido tenaz,
el fosco liquen de mi vida,
para regar quizá
los bosques de tu hastío,
Sí, tan sólo bosques,
umbríos bosques
puedes regar conmigo.
y mis húmedos tejidos
van cediendo lentamente
en tu mortero celestial.
Criatura soterrada.
Extinción total.
Alfarero mío,
qué lento y qué fugaz!
Del libro de Manuel Gerardo Monasterio "Extinción de la Palabra", 1979
18.6.10
17.6.10
Nada tiene más poder en el universo humano que los conceptos.
El infierno está construido con entrelazamientos de creencias, y cuanto más benévolas estas se nos presentan, más profundo es el potro de tormentos.
El mundo perecerá bajo el inmensurable peso de las crueldades verdaderas que yacen bajo la máscara de las pretendidas piedades y las artificiales misericordias.
12.6.10
La llamada "nueva era" llegó para terminar de acabar con lo poco que quedaba del Hombre. Desde hace veinte años vengo explicando cómo y por qué, ante la mirada azorada de los "creyentes" que, por el contrario, piensan que algo positivo puede salir de semejante desatino globalizado.
Los ingenuos piensan que es una manera de "abrir la conciencia", de "acercarse o abrirse a lo espiritual".Para mí la comparación es similar a pretender conocer el Amor a través de la fornicación. Podrá ser, pero tiene poco o nada que ver con el acto primario de marras. Y son, mayormente, ámbitos que bien pueden transitar paralelos ad infinitum.
En una palabra, que los delirios de la "nueva era" son a la genuina espiritualidad como la fornicación al amor.
Pero la "nueva era" mueve ya demasiado dinero y satisface demasiadas fantasías colectivas como para pensar que no haya venido para quedarse. El consumismo la ha asimilado maravillosamente, y es un movimiento perfecto para que la mayoría piense que "avanza" cuando en realidad continúa trotando en el mismo lugar.
Pero hay muchos que a lo largo de los siglos han caido-y seguirán cayendo- de cimas más elevadas. Son los que quieren tomar el cielo por asalto.
Los hay de todo tipo y color, de diversas formas y envergaduras.
Algunos se levantan a tempranas horas del amanecer para enredarse en prolongadas meditaciones. Son estrictamente vegetarianos y casi siempre abstemios. Están viajando o volviendo de la India, donde han ido a buscar esa cosa extraordinaria que no logran percibir en el lugar donde están, como si el paraíso fuese un lugar distinto al del infierno en que se encuentran.
Y mayormente viven su vida compartimentada, entre sus prácticas "espirituales" y su existencia cotidiana. Es decir, se elevan hacia luminosas montañas en el momento de la contemplación, para luego reptar en su vida de relaciones cotidiana.
Son humanos, demasiado humanos, a pesar de todos los esfuerzos en pos de algo más que nunca llega. Por el contrario, lo que suele llegar es algo menos. Mucho menos.
Se acartonan. Se vuelven rígidos, solemnes. Hablan en voz baja, como si estuvieran en permanente estado de unción con una realidad que los demás no alcanzan a percibir o como si acaso estuvieran escuchando voces inaudibles para la mayoría.
Ellos son los iniciados. Los elegidos.Y casi siempre tienen un Gurú. Es decir, alguien tan incompleto en sí mismo que necesita de discípulos que llenen los agujeros que lo atormentan en la precariedad de su intima conciencia.
Y todos juntos, todos ellos, maestros y discípulos, se elevan. Se elevan... Pero parafraseando al sublime Santo de Dakshineswar, decimos que se elevan como buitres, ya que, por muy alto que se eleven, su mirada y su consciencia están siempre puestas sobre las carroñas de la tierra.
Pero se esfuerzan. Se esfuerzan mucho y se contorsionan insólitamente porque creen, a pie juntillas, que la Gracia puede conquistarse a base de esfuerzos, de posturas, de gestos y sacrificios.
Tratan con Dios como si fuera un banquero, el dueño de una compra-venta o de un mercado de pulgas donde uno se acerca para regatear mercancías. "Te doy tanto y tú me das esto otro", "si te doy esto tú me tienes que dar aquello", "te entrego todo esto, pero tú a cambio..."
Para ellos Dios es Don Jacobo o Don Moisés, y la Vida una puta barata que habrá de entregarse por unas cuantas piruetas, algunas plegarias, un par de inspiraciones...y la alimentación adecuada.
Pero ni Dios está al servicio de sus pretensiones ni la Vida es la putita tonta a la que habrán de engatusar con unos cuantos gestos bien estudiados a lo largo de años de calculadas prácticas.
La Gracia llega cómo y cuando quiere, y cae o se manifiesta sobre el que a ella le da la gana. No hay nada que podamos hacer para ganarla, porque no está, precisamente, en el mercado de la oferta y la demanda.
No es algo que uno "gana" o que uno "alcanza". Tal vez exactamente lo contrario. Sobreviene cuando uno está completamente solo, absolutamente quebrado y sin muletas a mano. Desnudo hasta una médula inconcebible y sin nada en qué apoyarse. Cuando ya no se busca ni se aspira a nada. Pero nada, absolutamente nada, que no es tan sólo una frase o una forma intelectual de decir. Y entonces la Gracia, si a ella le place, hace Alguien de Nadie, pero sólo de Nadie, porque si se es alguien, no se es nada. Hay que ser Nada para ser Alguien, pero Nadie en particular, sino Todo y Nada al mismo tiempo, pero Nada. Que es la Pléroma donde se manifiesta todo lo posible.
Para lo que es indispensable haber desaparecido.
De manera absoluta y definitiva.
Viajan o vuelven de la India.
Practican toda la higiene que pueden.
Y meditan mucho, y muy temprano.
Pero como sepulcros blanqueados, por mucho que se esmeren mediante todos los artilugios posibles, no pueden ocultar el hedor que emana de sus intenciones humanas, demasiado humanas.
Y mientras elevan la plegaria haciendo arder el incensario, traicionan a la Rosa, aplastan a la Rosa que sin ninguna intencionalidad ni ánimo alguno de provecho se ha Abierto frente a ellos...Para ellos.
El drama de Judas es el drama representativo del hombre.
El drama que se repite en un escenario infinito.
Ojos para quien pueda Ver
y Oídos para quien pueda Oir.
11.6.10
Y he pasado largamente
la edad en que yo también
debería haber aprendido a mentir
como mienten todos.
Es inútil.
Ya no maduraré nunca.
Es demasiado grande el universo
para encontrar un lugar
para alguien tan pequeño.
Han pasado ya las doce.
Qué no daría por encontrar
un solo hombre vivo
entre tanta podredumbre!
8.6.10
Camino y camino el arduo guijarro terrestre, yendo y viniendo del uno al otro confín, buscando, como Diógenes, en mi caso con una lámpara en la frente, buscando y buscando lo que hace siglos no logro encontrar:
un hombre Libre
Luego, exhausto, vuelvo al inmarcesible espejo que siempre me aguarda en el mismo lugar, y me digo, como dijo el inefable Federico:
“¿Por qué lloras, no somos acaso felices…?”
7.6.10
Para José Alberto Alfonsi
Días pasados escribí un comentario para Farabute –compañero de celda- y firmé, como en otros tiempos: “Sísifo”…
He vivido muchos años enemistado, como el padre de Maldoror, contra la carroña primordial de la tierra y su igualmente absurdo creador. Y cuanto más enemistado me encuentro, más compasión le profeso. Por la simple razón de que lo que es, lo es de esa manera, porque-contrariamente a todas las veleidades de la democracia- no tiene libertad para Elegir.
La compasión es la manifestación absoluta de la condición humana, ninguna otra bestia o dios puede manifestarla.
Y contra todas las apariencias, es la negación, y no su bovino contrario, lo que genuinamente Afirma la inalienabilidad de la Unica Verdadera Libertad del Supremo Condenado. No es decir sí –todas nuestras células apoyan automáticamente esa moción- sino decir “NO”.
No que haya sido fácil, para un alma modelada por los herrajes tanto metafísicos cuanto carnales del cristianismo (religión de perros, como repitió Hegel), pararse sobre esa piedra Luciferina para proclamar la sublime Negación, que, digámoslo por primera vez en la historia, es lo que se oculta tras el Kumbak del Pranayama de los Indios (porque el respirar es la primigenia compulsión)
Es la Negación del asceta, que es el Suicida sin rastro alguno de desesperación.
Es como escribí en aquel poema de mis sangrantes veintidós años: “Aparta ya tu espantosa levadura, no quiero ya comer de Ti!”
Y durante los siguientes treinta años comí tan sólo el ácimo pan de mi venerable y sosegado hastío. Rodeado de presos, circundado de sombras, de lamentables perros que se arrastran con la cabeza gacha o terminan poniéndole la panza descubierta al Amo que los azota sin solución de continuidad. Hace mucho, sin embargo, que ya no le muestro los dientes, tan sólo mi mirada se eleva hacia Su Mirada y le contempla, con soberana tranquilidad. Y es El quien aparta la vista, como si estuviera avergonzado de las obras que, en la insaciable Compulsión de Su Inmarcesible Soledad, no puede dejar de realizar.
En la Suprema Inmovilidad de la Negación, el Hombre trasciende a los hombres y a los dioses.
Y esa Negación es a un tiempo absoluta Aceptación, que se abre a la puesta de sol sin necesidad alguna “de ningún ángel sentado sobre las nubes”. Sin afán de consuelos sobrenaturales, sin esperanza de supuestas dichas celestiales. Es como un imposible perro que continúa haciendo su gracia sin esperar la golosina, y cuando esta llega, con gesto altanero, la rechaza.
Y en ese Desierto inconcebible para la casi absoluta mayoría de los hombres, crece, sin embargo, una única Flor. Una Flor Verdadera. Genuina únicamente cuando surge en esa tierra yerma en que se ha extinguido la última gota de esperanza:
La Compasión.
6.6.10
Luego del discurso de Pepe Cibrián pareciera que la unica salida para los niños de la calle es que alguna pareja homosexual los adopte...
Yo pregunto: ¿No tenemos ya bastante con las atrocidades del matrimonio heterosexual y de las familias que de él surgen?
¿No es ya suficiente, como para agregarle ahora las supuestas "bondades" de los matrimonios homosexuales?
¿Serán mejores los resultados de estos "matrimonios"?
Porque si solamente fueran "iguales", no es suficiente, no alcanza.
Repetición del infierno.
Crucifición cíclica del Hombre en la perpetua cruz de la banalidad y la ignorancia.
Saltando siempre de la racionalidad sin Corazón al corazón irracional.
Y me toca a mí, precisamente, continuar con el cilicio de la reflexión permanente, porque como bien apuntó Camus, "no hay sabiduría cómoda"...
5.6.10
No se hace otra cosa que hablar de la crisis mundial, de la que vivimos y de la que viene. Se habla de “Crisis económica”, “Crisis energética”, “Crisis alimentaria”…
Toda esta fraseología resulta verdaderamente absurda, porque la verdadera Crisis está en otro “lugar”. Esto lo planteamos por escrito en 1988, en nuestro libro “Bases para un Nuevo Modelo de Nación”, que escribimos con José Alberto Alfonsi.
Hoy, mi planteo tiene variables, que pasan fundamentalmente por lo neurobiológico.
La verdadera crisis humana actual pasa, esencialmente, por el sistema nervioso, y más precisamente por el estado del Neo-Córtex.
La cultura consumista actual, con su explosión, multimediática masiva, produce un estímulo excesivo sobre el sistema límbico. Por otra parte, el estímulo del Neo-Córtex es desordenado, errático y no está racionalizado. Por lo que nos encontramos con áreas atróficas y otras hipertrofiadas, de tal manera que el sistema nervioso maneja hoy una enorme cantidad de variables que lo excitan caóticamente.
En síntesis, que hemos vivenciado una expansión tecnológica tremenda – a esto lo podríamos observar como una proliferación de software altamente sofisticado-. El problema es que el Hardware –el ser humano visto como bio-procesador- es obsoleto para el procesamiento de un software de esa extensión y características.
En mi libro inédito “La Nueva Era, el Neo-Cyberg y otras Metáforas Apocalíticas”, desarrollé este tema, a saber: la aparición un ser humano profundamente modificado por estímulos inusuales en todas las áreas: alimentación industrializada (propiamente dicha y también sensorial); microondas, UHF, VHF y ondas de todo tipo y operando de manera entrecruzada; estímulos multimedíáticos masivos (toda la tecnología visual y computacional); proliferación de música sin vinculación con los ritmos planetarios (ritmos que irrumpen sobre el sistema nervioso con frecuencias que NO SE ENCUENTRAN EN LA NATURALEZA) actividad estroboscópica caótica ( las luces que los jóvenes reciben en las discotecas); drogas (legales, ilegales y sintéticas) mezcladas entre sí y utilizadas fuera del Tradicional contexto Iniciático Chamánico, Aceleración meteórica de la vida cotidiana (nadie sabe adonde va, pero el concepto es llegar a ese ignoto lugar de la manera más vertiginosa posible) A lo que hay que sumar la influencia de rayos cósmicos, explosiones solares y modificación de la capa de ozono.
El libro no se publicó porque la cantidad de material que se suma cada semana es tan vasta, que requeriría reediciones todos los meses.
Si se me preguntase acerca del origen de estas influencias, diría que el proceso posee todos los signos de una intensa actividad extra-humana, que comienza a acrecentarse a mediados del Siglo XIX llegando a su apogeo hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, hasta nuestros días en que la exponenciación es geométrica. Especular en esta área es prácticamente imposible, ya que, como he escrito en más de un artículo y he dicho en más de una entrevista (buscar estas en www.foroplanetario.com.ar, y leer bien entre líneas) las fuerzas que operan sobre la humanidad lo hacen desde dimensiones que nos son prácticamente inaccesibles. ¿Por qué? Porque dichas fuerzas estuvieron presentes en la Génesis del ser humano, para comenzar, y construyeron todos los dispositivos de protección para que su “construcción” no pudiese acceder a estas dimensiones. Esto que estoy planteando, lo saben/intuyen con bastante claridad los grandes físicos. Stephen Hawkins ha llegado a decirlo últimamente con toda claridad, solo que para ver algo hace falta tener los ojos abiertos, cuando expresó que no tenía duda alguna acerca de la presencia extraterrestre –y aquí viene lo interesante- pero que era recomendable que el hombre no intentase conectarse con ellas.
Estamos en medio de una Invasión, que la mayoría, entretenida y obnubilada con los divertimentos mediáticos, la economía, la política, las ideologías y la pseudo-sexualidad, no alcanza remotamente a percibir.
Sería bueno que aquellos que tienen la posibilidad de salir, aunque más no sea por momentos, del “encantamiento democrático de las mayorías”, tomaran consciencia de la verdadera Crisis en la que nos encontramos.
4.6.10
El dramaturgo y productor teatral José “Pepe” Cibrian expuso apasionadamente en el Senado Nacional, su discurso a favor del la aprobación del matrimonio homosexual.
Antes y después, continuó exponiendo en algunos programas televisivos.
No pueden ser los sentimientos la base donde se asientan los principios para la sanción de una ley. Ni tampoco pueden serlo las penurias o tragedias de una u otra persona en particular.
Pepe Cibrián utilizó por lo menos dos argumentos más que son, asimismo, epistemológicamente ilícitos. Cuando trató de refutar la “no naturalidad del matrimonio homosexual”, con que antes tampoco era natural que los negros estuvieran con los blancos, y que las mujeres votaran. Son situaciones completamente diferentes, y el mezclarlas representa una nueva violación a la justicia –parafraseando a Quintás-que se debe hacer a cada ámbito en particular. La “naturalidad” de que la mujer tenga los mismos derechos de voto que el varón, y de que se considere al hombre negro con igualdad de derechos con respecto al blanco, no puede compararse con el tema del matrimonio homosexual. Es incomparable. Y es muy simple darse cuenta. El matrimonio tiene como objeto primordial establecido desde los principios del derecho, la reproducción y la protección de la prole (luego vinieron los bienes, etc,) pero primero es eso. Porque la supervivencia de la especie es un mandato universal desde el microbio hasta el ser humano. Los “matrimonios” homosexuales únicamente pueden reproducirse por intermediación de la moderna tecnología médica. No estamos dirimiendo aquí que eso esté “bien o mal”, pero no hay ninguna duda que habría que estirar mucho la imaginación para pretenderlo “natural”.
Pareciera que el tema que más le preocupa a Cibrián es la adopción. Y volvió a lanzar su ya histórica pregunta, ante el hecho de los niños que están en la calle, violados, maltratados, desnutridos, “¿que prefieren, Pepe o la calle?. Esta pregunta se la hizo a la Diputada Hotton, entre otros, y creo que ella no le contestó.
Yo le voy a contestar, es una respuesta muy simple.
Yo prefiero a Pepe, sin lugar a dudas.
Cibrián sabe de lo que habla cuando se refiere a los Institutos infantiles que retienen a los niños para seguir cobrando subsidios. Cualquiera de las parejas que hemos tenido que pasar –y seguimos pasando-por el Via Crucis de la adopción en este bendito país, lo conocemos bien. Pero no es que los niños continúen en los institutos, o aún mucho peor, en la calle, porque no haya parejas heterosexuales dispuestas a acogerlos: siguen violados y destruidos en familias enfermas y/o en la calle, porque el sistema argentino encargado de protegerlos es desastroso, inepto y moroso.
Pero Pepe Cibrián utiliza aún otro argumento que no resulta universalmente aplicable, que es el de presentarse él, como persona homosexual, como si lo que él es, representase la media de los homosexuales. Y esto NO es así. Su caso no es representativo, ni de la “media” de los homosexuales, ni de la “media” de los heterosexuales.
Y luego Cibrián pone sobre el tapete un argumento muy usual, pero no necesariamente válido para esta ocasión, como lo es la creencia entre alguna gente que “los homosexuales son todos “perversos degenerados”. Por supuesto que esa es una fantasía del colectivo que no tiene ningún asidero en la realidad. Hemos conocido homosexuales con unos valores morales tan estrictos como los de una honesta señorita de la acción católica. Y tampoco por ser homosexual se es necesariamente “pedófilo”. Y además, hay muchos homosexuales que puntúan más alto como personas que muchos heterosexuales. Y hay muchos heterosexuales que apestan, como personas, como padres y como ciudadanos. Y de hecho, la mayoría de la humanidad es heterosexual, y el mundo no anda tan “bonito”, o por lo menos a mí no me lo parece. Y la familia con base heterosexual, puede llegar a ser muy disfuncional. Luego de treinta y dos años de práctica como psicoterapeuta, definitivamente NO soy un fanático de la familia tal cual anda constituida. Es más, he dicho que la familia nuclear matriarco-patriarcal es una institución muy tóxica, por decirlo suavemente.
¿Pero qué tiene que ver todo esto con la modificación del Código Civil para incluir el “matrimonio homosexual”?
Y voy ahora a jugar “en mi propia contra”, porque en alguno de los varios artículos que vengo publicando sobre este tema, utilicé un argumento que ninguno de los que me escribieron intentó refutar. Lo voy a hacer yo mismo. Escribí en un artículo que el matrimonio homosexual era una imposibilidad semántica, ya que “matrimonio” viene de “matris-munis” es decir, oficio de madre. Y seguía diciendo yo, ¿cómo pueden dos varones dados en matrimonio ejercer un oficio privativo de la mujer?…Pero, ¿Y qué pasa si se trata de dos mujeres? ¿Pueden o no pueden?
Pueden, es evidente. Nadie lo preguntó, lo pregunto y lo contesto yo. No sólo pueden, pueden hacerlo mucho mejor, quizá, que algunos matrimonios heterosexuales. Personalmente, y al margen de los grandes cambios que la cultura está produciendo sobre los roles, mi experiencia con familias en psicoterapia y mi conocimiento de la historia universal, me dicen que “los hijos son esencialmente de las mujeres”. Hay excepciones, las hubo antes, y las hay más ahora, con los cambios-y descalabros-que las sociedad de consumo poscapitalista está produciendo. Pero es que se trata de una propiedad genética muy simple de observar en casi todas las especies. Este es un tema que daría mucho para seguir hablando, pero no aquí.
Todo esto que acabo de plantear, sigue sin hacer mella sobre el tema central, “matrimonio” en el código civil. Matrimonio en el código civil, es la unión entre hombre y mujer.
Habría que crear otra figura, unión civil, unión familiar, o lo que se llegue a diseñar.
No quiero terminar este artículo sin citar a Cibrián nuevamente, cuando dijo que él podía adoptar ya. Creo que tiene que haber sido amargo escucharlo, para muchos matrimonios en larga espera. Puede adoptar ya porque terminó el largo Via Crucis de todos los postulantes –durante años, o como ocurre muchas veces entre los famosos, porque él es “Pepe Cibrián”?
Vuelvo a repetir mi respuesta ala pregunta ya famosa de Pepe Cibrián, ¿Pepe o calle?
Te lo “daría” a ti, Pepe, sean niñas o varones...Pero esa no es la cuestión que debe primar en la decisión de sancionar esta ley.
2.6.10
Lo que tú llamas el otro,
es tu invento.
El otro al que tú te refieres
es el producto de tu energía
puesta en ese constructo.
Podría ser cualquier “otro”
al que hubieras dedicado tus afectos.
Lo que significa que Tú
eres el Centro de todos tus centros.
Sólo Tú, que es lo mismo que el Otro,
porque no hay un Tú separado del Otro
ni un Otro separado del Tú.
Hay sólo Yo.
El verdadero Otro,
como el verdadero Tú,
que son Uno y exactamente lo mismo:
Es Mysterium Tremens.
1.6.10
Esta nota se publicó en nuestro foroplanetario.com.ar el 2007.
El 3 de Noviembre de 1957, moría de un ataque cardíaco en la prisión del país en el que Reich se había asilado escapando de la Alemania Nazi. En una suerte de macabra inversión de los valores, mientras el gobierno de los Estados Unidos lo perseguía a él, por el horroroso “crimen” de investigar las raíces de la vida en su ámbito más esencial y profundo, simultáneamente contrataba a los científicos nazis que habían trabajado durante la guerra fabricando bombas de temible destructividad y desarrollando las “bellezas” de la guerra química. Y mientras Wherner von Braun florecía -luego de haber sido el cerebro de Peenemünde en el diseño de los letales Cohetes V2- fabricando los sueños espaciales norteamericanos, Wilhelm Reich era encarcelado por develar el secreto de la vida y denunciar los horrores de la muerte concentrados en las experimentaciones atómicas y en la escalada productiva de las sustancias químicas, los pesticidas, las radiaciones y los deshechos tóxicos que están convirtiendo nuestro habitat planetario en una verdadera bomba de tiempo que está explotando –aquí y ahora- a través de letales etapas sucesivas cuyo mortífero horizonte ni siquiera llegamos a imaginar.
Pero en honor al hombre, para tantos desconocido, veamos, sintéticamente, cómo se desarrollaron los hechos.
En 1919, siendo aún estudiante de medicina, tiene su primer encuentro con Sigmund Freud. En enero de 1920 es nombrado miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Viena. En 1922 termina su carrera como médico y comienza una intensa práctica fundada, esencialmente, en el trabajo de campo con la ciudadanía de a pie. Mientras sus colegas intentan captar a la población de clase alta y media alta, Reich trabaja con los obreros y obreras investigando la higiene sexual y organizando seminarios de esclarecimiento para poder alcanzar la meta de una sociedad “genitalmente” sana.
Comienzan sus primeras publicaciones.
Investiga sin pausa. Trabaja en pos de la higiene sexual de la población, profundamente perturbada por siglos de represión organizada.
Se compromete con la Internacional Socialista.
Sigue publicando.
Mientras tanto, entre las sombras, sus colegas psicoanalistas conspiran para destruirlo. Entre una multitud de ínfimas maldades que se arremolinan en enjambres, le envidian profundamente a su mujer, con la que mantienen un matrimonio evidentemente vital, apasionado y libre. La personalidad de Reich, por supuesto, no ayuda. En algún momento, asqueado por las faltas éticas de algunos de los más prominentes psicoanalistas de su tiempo, dice: “Con mis pacientes, sean mujeres o varones, jamás mantengo relaciones sexuales”. Es demasiado. ¿Qué les queda a sus colegas que manosean las partes pudendas de sus pacientes femeninas durante las sesiones con la excusa de la "abreacción y la catarsis"?
Abreviaremos la larga historia que los interesados podrán encontrar sin dificultad en las profusas biografías.
Lo enemistan con Freud. A Freud, para entonces, ya no le cuesta mucho enemistarse con cualquiera que no se pliegue a la ortodoxia patriarcal de la que ha terminado enamorándose.
En 1932 lo expulsan del partido comunista alemán.
En 1933, Freud le anula el contrato de edición de su "Charakter Analyse". Reich lo publica a sus expensas.
En 1934 el Secretario de la sección alemana de la Sociedad psicoanalítica le anuncia a través de una carta que “su nombre ha sido eliminado de los registros de la sociedad”.
Continua investigando y escribiendo.
Descubre el “bion”.
Los psiquiatras y biólogos noruegos desencadenan una batalla campal contra él a partir de estos descubrimientos que, lógicamente, rechazan fervientemente. Y No utilizo “fervientemente” en vano.
Reich ha logrado lo inimaginable. Ha descubierto que la libido no sólo existe, sino que además, es una presencia real, viviente y mensurable en el laboratorio.
Esto es, por supuesto, absolutamente intolerable. Los psicoanalistas están desesperados. Pero, ¿es que a este hombre nadie le ha dicho que eso es un invento de Freud? Un constructo conceptual que sirve de materia prima para que los psicoanalistas podamos masturbarnos mentalmente en prolongadas –y costosas- sesiones sin solución de continuidad. ¿Y nuestras publicaciones? ¿Adónde irían a parar? Cientos de tomos donde se encuentran condensadas en densas ristras de criptogramas todas nuestras elaboradas poluciones! Litros de poluciones, nocturnas y diurnas, que más tarde habrán de transmutarse en las tetas benevolentes o asesinas de Melanie Klein o en el nudo borromeo del grande y maravillosos onanista francés y en su reverendísimo nombre del padre que son –Dios no admita lo contrario-artilugios completamente inútiles pero funcionales a los propósitos indispensables de la gran marea masturbatoria universal!
Reich es el enemigo número uno.
Lo que pretende representa un atentado mortal contra la caterva de loros desplumados que viven amurallados en los recintos herméticos de sus inexpugnables intelectos.
Hay un ingente negocio entre ellos…y la realidad.
En 1939, se dirige hacia Estados Unidos. La cuna de la libertad –la única libertad que conoce esta sociedad- donde será finalmente masacrado en nombre de la “peste emocional”. Como Servet y como Giordano Bruno. En pleno Siglo XX del Occidente liberado de las garras del fascismo de Mussolini y de Hitler…
El occidente de los aliados, de los buenos, de los buenos cristianos.
Más publicaciones. Más persecuciones. Quema de libros.
¿Asesinado? En parte asesinado.
Y a pesar de todo, tarde o temprano, tendrán que aceptar que los trabajos de Reich son esencialmente correctos: La existencia está sustentada desde y sobre una energía viviente y palpable. Llámesela Orgón, Prana, Mana u Od (o con cualquiera de los múltiples nombres con los que se la nombrado en los diversos sistemas). Sin esa energía en las que “respiramos, nos movemos y somos”, no hay vida.
Y Wilhelm Reich fue el primer hombre de la historia conocida que científicamente la descubrió y experimentó con ella dentro del marco de la metodología científica en la que se había formado, impecablemente. Sin influencias de la religión ni del ocultismo (que conoce este fenómeno desde hace siglos)
Mal que pese a quien le pese, sea el FBI, la Food and Drug Administration o la venerable Sociedad Psicoanalítica Internacional.
Requiescat in pace.
Salud!
Manuel Gerardo Monasterio
Jardines de Prometeo
6/12/2007 a las 18 horas