28.6.24

 El hombre que soy, 

los hombres que somos,

con anhelos de infinito

 pero siempre atravesados

por esta fugacidad inmarcesible.

Tenues presencias en caída permanente.


Tú y tan solo tú has logrado disolver

el terror a la eternidad 

que me acompaña desde los siete años.

Contigo y solo contigo,

querría vivir para siempre.



25.6.24

"Nada nuevo bajo el sol", proclamaba el Eclesiastés, y muchos años después lo afirmaba asimismo Marco Aurelio, "todo se repite y pasa al olvido"; "nada nuevo, todo es habitual y efímero";   "nada nuevo verán nuestros descendientes, al igual que tampoco vieron nuestros antepasados nada más extraordinario".

Es por ello que podemos aplicar de manera exacta a la época actual las frases de Cicerón en su diatriba a Catilina:

"¡Oh tiempos, oh costumbres!; Hasta cuándo Catilina abusarás de nuestra paciencia, por cuánto tiempo más tu furia hará mofa de nosotros? ¿A qué extremos osará empujarnos tu desenfrenada audacia?"

Cambiemos Catilina por Milei, y todo encaja, dos mil ochenta y siete años después.

Este muchachito disfuncional, es el ejemplo arquetípico del carácter genital inmaduro que se plasma en el clásico "Puer Aeternus" Junguiano, un adulto cronológico que no ha podido trascender a nivel emocional  la fase adolescente, incapaz de tolerar las reglas, amante de una libertad irrestricta y en constante confrontación con la figura de su padre biológico y de la representación social del mismo, el Estado.

El "Puer Aeternus" posee el encanto de lo novedoso, la atracción de la frescura desenfadada-y descarada-y puede resultar tremendamente atractivo a nivel popular. En ese sentido recordemos a James Dean, Jim Morrison, Michael Jackson, entre tantos otros.

El niño-roto posee un aura de fragilidad que emociona y genera una visceral empatía colectiva, hasta que nos encontramos con la otra cara de su arquetipal bipolaridad: el desorden, la destrucción y la rebeldía sin más objeto que su irreductible oposición a la norma y su constante ruptura vivencial con cualquier orden establecido, porque el desgajamiento existencial primario de un núcleo familiar nutricio lo pone en una permanente situación de angustia y revolución, sin causa ni destino. 

Cada día que pasa no hace más que cooroborarse mi diagnóstico original presentado a mediados de 2022. Trastorno Bipolar con Comorbilidades de Trastorno Narcisista y Trastorno Histriónico de la Personalidad.

Ese diagnóstico fue compartido privadamente con un grupo de estudiantes en un Seminario de Psicodiagnóstico que impartí en aquel momento, me pareció de mal gusto hacerlo público, por la vieja ética de alguien que viene de una época en que la ética significaba realmente algo sustancial.

 Javier Milei, en definitiva, es un individuo mentalmente disfuncional que en perspectiva resulta penoso, en cambio, la oposición política que todavía lo tolera, genera otro tipo de sentimientos. Toleran la evidente locura de Milei porque su oportunismo rapaz les impide patear un tablero que les otorga incontables beneficios y prebendas, aceptar la flagrante realidad de que el emperador esta insalvablemente en pelotas, crearía un caos que podría producir un efecto dominó que los sacara a ellos también del panorama del poder. 

Mientras escribo esto, Milei está volviendo de su último Tour a Europa, donde acaba de autoproclamarse como digno recipiendario del Nobel de Economía. Lo hizo en el contexto de una conferencia en la que propuso un par de teorías económicas técnicamente mal formuladas, con la habitual petulancia que utilizaba en los programas de chimentos en los que comenzó su fama, donde impartía sus clases de economía para gente que no podía distinguir o refutar las burradas que lanzaba. Hacer lo mismo ahora, a nivel de los foros mundiales, donde lo escuchan los economistas del mundo, es algo muy distinto, aunque el pobre loco no parece darse cuenta de la diferencia.

Cómo puede pretender soñar con el Nobel de Economía un tipo que nunca escribió ni un solo Paper o un solo libro que no estuviese lleno de plagios burdos y fáciles de constatar, es algo que desafía la imaginación de cualquiera que no se encuentre en el mismo estado de desorden mental que Milei. 

Pero, cuidado. Porque con esta suerte de atrocidades ha venido avanzando, desde el disfuncional agujero familiar del que salió -sin poder salir mentalmente nunca en realidad- hasta la presidencia de Argentina. En un mundo en decadencia terminal como en el que estamos, todo podría suceder, hasta que Milei reciba el Premio Nobel de Economía o el de la Paz, o quien sabe, ambos premios.

Mientras tanto, la locura avanza en el mundo, Medio Oriente más demencial que nunca, el fundamentalismo religioso tan vivo como el Siglo XII, Europa avanzando a tientas y a ciegas y a base de idiotez e inconsciencia, hacia su destrucción final, etcétera, etcétera...

¿Quién podrá sorprenderse de que, en medio de semejante pandemónium y en un mundo como este, un pobre demente sudamericano gane un Premio Nobel?

Que las Fuerzas del Cielo nos ayuden a continuar viviendo en el Cielo de la Cordura Espiritual, lejos de todo el desastre mental y moral que nos rodea.



24.6.24

 

Recorro tu cuerpo exuberante

—tu cuerpo que enloquece mis sentidos—

y no veo más que cuerpos doloridos,

angustias y quebrantos lacerantes.

 

¡Tierra mía!

Arcilla y verde

que nutres mi sangre

¿Por qué tengo que verte

siempre estremecida?

Así tendida siempre

o acaso dormida

con ensueños de muerte...

¿Habrás de despertar un día?

¿Podrán mis ojos volver a su destino

con otro panorama en sus retinas?

 

 

Dime que no muera mi esperanza

dime que es posible todavía,

renueva, te lo ruego, mi confianza,

o acógeme si no en tu sombra mansa

porque no tiene ya sentido para mí

este morir sin pausa

y ya no quiero despertar

mañana viéndote así:

tendida siempre,

inexorablemente traicionada.

22.6.24

 Me encuentro escribiendo esta nota con el funambulesco ruido de fondo procedente de la muchedumbre que aguarda a que Javier Milei comience a hablar en España.

No hay duda de que estamos presenciando los últimos estertores del criterio racional y el pensamiento crítico, no solo en Argentina, sino en todo el mundo.

El grito de "¡Viva la libertad, carajo!" acompaña el derrumbe catastrófico del humanismo a manos de las hordas de trogloditas que descienden, no ya de los árboles, sino de las redes sociales, los videojuegos y el desierto neuronal que ha quedado luego del avance demoledor del posmodernismo tecnológico que ha caído sobre los restos de una cultura que venía ya moribunda por efectos del mercantilismo de consumo que lo ha devorado todo.

Discursos rebosantes de palabras talismán utilizadas como amuletos hipnóticos y una completa ausencia de fundamentos y matices. ¿Libertad? ¿A qué libertad se refiere? ¿Libertad de maniobra? ¿Libertad de disponer de los cuerpos tal cual se le venga en gana, como si todo fuera un producto más en el mercado de la oferta y la demanda?

Javier Milei es el epítome de una época de decadencia terminal de los valores y de demolición de la actividad cortical.

Todo se rige por eslóganes, insultos, alaridos, provocaciones, confrontación, deslegitimación de los otros, autorreferencias, plagios y una superficialidad que daría risa si acaso no proviniera de un palurdo dictatorial que ostenta el devaluado título de presidente de la nación y que ejerce su función a la manera de un emperador romano.

Todas estas nimiedades horrorosas transcurren dentro del marco mayor de un mundo que se encamina hacia una confrontación global bajo el imperio de las pasiones más nefastas desatadas como un vendaval que amenaza con arrasar lo que dimos en llamar con cierta soberbia ingenuidad, "civilización occidental".

Ciertamente, desde la perspectiva de la Realidad, todo esto es una ilusión...¿Pero acaso no hubiéramos podido cooperar para tener una ilusión un poco más amable?

"Sic Transit Gloria Mundi." 





3.6.24

Hay gente que aún cuando está en lo cierto se equivoca. 

Tal es el caso de Javier Milei.

Hace las cosas tan mal y desde un lugar tan depravado, que los resultados no pueden ser más que catastróficos.

Mientras estamos mundialmente al borde de un descalabro con aristas nucleares, Milei se alinea con el Eje del Mal. Porque eso son Estados Unidos y su mentor Gran Bretaña. No pretendo decir que del otro lado esté el "Bien", pero lo que sea que haya detrás de Rusia es, cuanto menos, un poco mejor.

No es este el lugar para intentar explicar las razones de Rusia para hacer lo que ha hecho, cualquiera que estudie un poco de Geopolítica lo comprenderá rápidamente. Putin no ha tenido otra opción, y hasta ahora ha sido incluso muy medido. Pero la insistencia de los títeres de la OTAN no le están dejando muchas opciones. Rusia se arriesga a desaparecer, y confrontado con esa situación no podemos esperar que no haya respuesta.

Pero pasando nuevamente a lo nuestro, mientras el pueblo sufre Milei viaja y festeja. El se considera lo más grande que ha dado la humanidad, pero no ha podido escribir ni un solo libro que no sea el rejunte de un montón ideas ajenas y el plagio flagrante y constante.

Este hombrecito unidimensional, rodeado de larvas, oportunistas y alcahuetes, no sólo está profundamente incapacitado para aportar algo sustentable para el país, si su proyecto terminara de concretarse nos enviaría de vuelta a la Argentina de fines del Siglo XIX, rica para los ricos pero ausente de derechos y oportunidades para el resto de la población.

Quien desconozca que este ha sido siempre el proyecto de Inglaterra y de su hija, Estados Unidos, sencillamente tiene una visión muy distorsionada de la historia.

Por otra parte, el equipo de ministros de Milei, es un monumento humano a la incompetencia. Es imposible lograr gobernabilidad en un escenario semejante. Y si esto se ha sostenido hasta aquí, es porque la gente ha quedado sin capacidad de reacción y desgraciadamente no encuentra a la vista una oposición responsable ni una opción posible a este disparate, y de cualquier manera siguen apostando a una esperanza que día a día se extingue un poco más.




 

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