23.9.07

Me dicen que tengo dos hijas. Y digo, me dicen porque muchas veces me asalta el feliz pensamiento de no haber tenido nada que ver, cosa que podría hoy confirmarse o desecharse con un estudio de ADN. Pero claro, queda muy mal pedirlo, aunque se me ocurre que quedaré peor diciendo lo que sigue, cosa que haré de cualquier modo en honor a la poca vergüenza que me queda.
Mis hijas son ya hoy dos jóvenes mujeres. Por lo poco o nada que valga dejo aquí asentado que las libero de toda responsabilidad o reproche o culpa, si vinieran las dos y me asesinaran. Si pudiera las libraría incluso de cualquier penalidad legal, pero eso, por desgracia, no está en mis manos ofrecerlo.
Si yo fuese el padre, tal como está escrito en el registro civil, no tengo derecho alguno a piedad o disculpa de ningún tipo. El no-conocimiento –ya lo saben todos los leguleyos-no le exime a uno de las penalidades por violar la ley. No puedo pues, alegar inconsciencia. Aunque un buen abogado, entiendo, alegaría locura temporaria para eximirme de culpa y cargo.

Pero de cualquier modo, si yo fuese el padre, no existe crimen más horrendo que el que he cometido.

Vamos, no se excite usted que me está leyendo, si lo que estoy diciendo no es nada!
¿Es usted cristiano?
Pues mire usted bien lo que dicen sus escrituras de la vida de los hombres.
“Valle de lágrimas, polvo que vuelve al polvo, un soplo, una nada, una nimiedad insignificante, dolor y más dolor y más penurias...” desde que lo paren a usted hasta que revienta.
Tan mala pero tan mala es esta vida -corta y llena de pesares como dice Salomón-, que hay que compensárselo a usted de alguna manera con una vida verdadera y eterna!

¿Se da usted cuenta que yo no estoy diciendo nada, en realidad?
Digo lo que piensan sus teólogos, si usted cristiano. O judío, da igual

¿Le atrae a usted el budismo?
Pues fíjese, el Buda compara esta existencia con un incendio, del que invita a salir lo más rápido posible. Vea usted la primera de sus “nobles verdades”: Toda existencia es sufrimiento.
¿Puede un verdadero simpatizante de Buda sorprenderse pues, por lo que estoy diciendo?
Toda la doctrina se basa en liberarse de todo apego a esto a los que nos aferramos tanto.

¿La Vedanta, esencia del Hinduismo?
Decía el gran Ramakrishna, epítome de la mencionada doctrina: “El mundo es un pozo negro...” Y entérese usted de todo lo demás leyendo su –por otra parte-bellísimo “evangelio” (colección de sus dichos más conocidos)
Y además, le agregan la “Maya”!
Se lo sintetizo rápidamente: no sólo esta existencia es una mierda (vamos, hombre, no nos ruboricemos, si es la palabra que todos los religiosos y filósofos utilizarían si no se anduviesen con tantas vueltas) sino que además, vea usted, es una ilusión!
En el cristianismo por lo menos usted sufre por algo, en el hinduismo sufre usted...por nada!

¿Los filósofos griegos? Lea usted a gusto y verá lo que digo.
¿Los gnósticos-de los que tan cerca me siento-? Le dirán que este mundo y todo lo que él contiene son producto del Demiurgo, un dios malvado enemigo del Dios bueno que jamás ha tenido nada que ver con toda esta porquería...(Los cátaros veían como un gesto de sabiduría el dejarse morir de hambre para salir de aquí lo antes posible, aunque hay quienes dicen que tal práctica es un mito...Pues peor entonces para los cátaros!)

¿Los ateos, agnósticos y cientificistas?
Pues le dirán: en el contexto de la inmensidad esto no alcanza a ser prácticamente nada...

¿Puede alguien de buena fe sorprenderse por lo que he dicho al principio?
Si esta existencia es lo que todos los que han pensado han pensado, ¿qué crimen mayor puede haber que sortearle la entrada a alguien en ella?

Si trata usted de vivir naturalmente, se apegará a todo lo que habrá de perder irremisiblemente (esposa, hijos, amigos, y todo lo demás) y sufrirá como si le arrancasen la piel, y anticipadamente, pues esto lo sabemos todos.
Si por el contrario, sigue usted las doctrinas de la buena filosofía, intentará liberarse en vida de todos esos apegos para no sufrir al perderlos. (de una u otra forma, esta existencia es tan desgraciada que hay que olvidar todo lo vinculado con ella para alcanzar la sabiduría!)

Llega usted babeándose y lleno de mierda, entre los dolores del parto de su pobre e ignorante madre que sólo podrá salvarse de eso a través de la cesárea con su anestesia
(en una palabra, que la única forma de no sufrir con “eso tan hermoso” es mediante el sueño inducido por las drogas!)
Si no tiene usted la suerte de una muerte súbita (un infarto masivo, que lo atropelle un autobús a velocidad y de frente –para no quedar tullido-o que le pegue un buen tiro un ladrón compasivo) se irá usted de este mundo más o menos como llegó: sin saber ni ostia de lo que está pasando y otra vez lleno de mierda.
Si tiene suerte –mucha suerte tendrá que tener para ello-en su casa rodeado de todos los infelices queridos que contunarán padeciendo en este mundo- de lo contrario rodeado de otros pobres infelices pero extraños a usted, en el hospital y lleno de tubos y por supuesto, con muchas drogas encima (coño, parecería como si la única forma de tolerar esto es dormido o drogado!)

Pero digo yo, quien puede haber inventado algo semejante? Como habría dicho mi abuela:
¡Ni el que asó la manteca!

Esta existencia es el producto más sobrevaluado de todos.
Las iniquidades y angustias sin término vinculadas con ella, son pasadas por alto a toda hora sólo por una excelentísima cobertura de prensa. (He aquí otro tema para meditar acerca de él: si esto nos hace tanto daño a nosotros, ¿a quién está beneficiando en realidad que no conocemos? Y esta pregunta no va de broma.)

¿Puede alguien sorprenderse, en buena fe, de lo que comencé diciendo en este escrito?

¿Entiende ahora mi aparente barbarie al comenzar este escrito de la forma en que lo hice?

Si fuera el causante –aunque sea inconsciente-de la llegada de esas dos pobres criaturas, merecería el peor de los castigos. Que por supuesto, no es una rápida muerte.
Como de alguna manera, mis hijas saben todo esto que estoy diciendo, ejecutaran sin piedad el castigo que me merezco.

Manuel Gerardo Monasterio
23 de Septiembre de 2007 a las 3:03 PM
 

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