Hijas mías,
me preguntais por qué?
Deseais saber el por qué
de cada cosa,
y yo que sé!
Qué puedo yo saber,
si yo no entiendo nada.
Si yo veo solamente
cómo sufrimos los hombres!
Vosotras me veis seguro,
me veis enorme,
siempre erguido
y dando órdenes!
Soy para vosotras
el abrazo en la noche,
la palabra dulce,
el beso y la caricia,
la mano protectora.
Por eso pensais
que vuestro padre
siempre sabe,
que apenas duda,
que nunca tiembla
y cuando tiembla
está jugando
con vosotras!
Pero qué soledad,
hijas mías,
qué soledad más honda!
Me preguntais por qué,
y yo qué sé!
Si yo no entiendo nada,
si yo veo solamente
cómo sufrimos los hombres,
cómo se empaña la vida,
cómo salpica la Sombra,
y cuánta ausencia
en la desnuda madugrada!
2/10/1989
20.2.13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario