Cuando el sufrimento es lo suficiente intenso
e inninterrumpido, lo que creíamos ser un hombre
se convierte en un amasijo sin forma ni identidad,
en esa masa primaria, indiferenciada, de la que vinimos
y a la que volvemos...
De la que creimos alguna vez haber salido.
Todo lo que creias ser se desdibuja,
te conviertes en un garabato ilegible,
y lo único a lo que aspiras
es a desaparecer lo antes posible.
18.2.13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comments:
Publicar un comentario