Nos han hecho creer que es Milei o el Kirchnerismo, y muchos en la últimas elecciones tuvimos que elegir entre la olla y la sartén. No me importa que muchos me odien por esto, pero no podemos seguir viendo vestido con ropajes preciosos a un rey que sencillamente está en pelotas (como dijo San Martín en otro contexto). Vamos,por favor, dejémonos de joder, que no hace falta contar como yo con la autoridad de 47 años de práctica profesional en salud mental para darse cuenta de que Javier Milei es un individuo profundamente perturbado (el que desee saber el diagnóstico de su grave Trastorno de Personalidad me pregunta). Es una persona enferma sin medicación ni atención adecuada. Una persona que desea terminar de instalar el horror del pensamiento único, del No-Diálogo, de la deslegitimación destructiva del otro, del insulto y la violencia como forma natural de comunicación. Y como si esto fuera poco, de una visión del mundo en la que los seres humanos son reducidos a mercancía, donde la solidaridad no tiene lugar, donde el cooperativismo no interesa, donde la empatía con el padecimiento del prójimo no existe, donde los únicos que valen son los detentan el poder del dinero y lo utilizan como una maza para masacrar la vida de quienes no cuentan con los mismos recursos.
11.7.25
NO.
No podemos seguir creyendo que es Milei o Cristina, ni Macri o Cristina. Miren bien, ¿realmente creen que Argentina cuenta únicamente con esta mediocridad horrorosa que nos ha invadido? Tenemos que tener el coraje de mezclar, barajar y dar de nuevo.
No podemos, ni tenemos el derecho de destruir al otro porque consideremos que sus ideas están equivocadas. He sido un feroz crítico de muchas de las conductas políticas del Kirchnerismo, lo fui asimismo de la mediocridad descomunal de Macri y lo soy hoy de la Maldad (sí, MALDAD) de Javier Milei.
Aspiramos a un estado ni grande ni pequeño, sino SUFICIENTE. Presente, pero no omnipresente. Aspiramos a un control estricto de la corrupción pública. Aspiramos a que los que quieren trabajar y prosperar no se encuentren permanentemente con la máquina de impedir de la gigantesca burocracia que ha imperado durante decenios en Argentina. Nuestro país se caracterizó durante muchos años por su nivel mundial (sí, MUNDIAL) de Salud Pública, y con un grado de alfabetización y educación que era orgullo de los argentinos. Hace mucho tiempo que venimos descendiendo y que hemos perdido la excelencia que nos caracterizaba en esas áreas, no fue Milei es que generó ese descenso. Pero es evidente que sus políticas van a acabar para siempre con la posibilidad de que argentina pueda volver a tener ese niovel de excelencia en Salud y Educación Pública. SUS Políticas, que por supuesto no son de él, sino de los que lo sostienen, los poderes financieros que quieren que este país sea una estancia con dos clases, los que aplastan y los que son aplastados. Como lo dice una y otra vez el mismo Milei, que pondera la Argentina "Grande y próspera" del 1890 y 1900. Esa Argentina Rica para unos pocos, pero muy mezquina para la mayoría. Por favor, ese cuento se lo pueden contar a los pibes que no saben o a los viejos a los que no les interesa o lo han olvidado. En 1904, el ministro del Interior Joaquín V. González (Gran humanista y Teósofo), por orden del presidente Roca, encargó al Dr.Bialet Massé un estudio exhaustivo sobre las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera en Argentina.
Bialet Massé recorrió diversas provincias, recopilando información detallada sobre las condiciones laborales, salarios, vivienda, salud y otros aspectos de la vida de los trabajadores, incluyendo inmigrantes, criollos e indígenas.
El informe resultante, "Informe sobre el estado de las clases obreras en el interior de la República Argentina", publicado en 1904, fue un documento clave para entender la realidad social de la época y sentó las bases para futuras discusiones sobre legislación laboral.
El informe reveló las duras condiciones de trabajo, la explotación laboral, y las desigualdades sociales existentes en el país, a pesar de su imagen de progreso económico.
Pero, ¿Nos hemos vuelto locos, o peror aún, idiotas?
¿Esa es la Argentina "grande y fuerte" que queremos? El viejo proyecto "conservador" agro-ganadero de explotación del pueblo que imperaba en aquella época?
¿Hay que darle un baño a la "criatura" -que es el estado argentino-? Por supuesto, pero por favor, no tiremos a la criatura por el desagüe junto con el agua sucia del baño.
Podría seguir escribiendo durante días, porque vengo pensando y trabajando en esto desde hace más de cincuenta años. Lo único que diré para finalizar es que odiamos el pecado, pero jamás al pecador y que el insulto, la violencia y el destrato salvaje del prójimo, es el más acabado signo de impotencia, y finalmente, de la catastrófica claudicación de la inteligencia, de la razón, del criterio y de la humanidad inherente en cada uno de nosotros.
Por favor, no aceptemos mansamente volver a la salvaje ley de la jungla y del "sálvese quien pueda".
Dr.Manuel Monasterio
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