agotado por la inconcebible jornada
en que los Dioses lo ataron
al carro de mil no deseadas batallas.
Herido de Nostalgia,
sabiendo que en Itaca
peligra su propia Alma.
La mitad de su Alma
expuesta a los lobos,
a la lujuria y a la codicia
de los lobos hambrientos
que merodean sobre su Amada.
Ulises,
roto pero aún completo,
vuelve finalmente
a su amada Itaca.
Penélope,
Hembra leal
más allá de todo
cálculo o medida,
ha luchado sin cesar
y sigue Intacta.
Ulises vuelve a Casa,
que es Penélope misma:
su propia Alma.
Escrito en el año mil
de mi bitácora de batalla
para Aquella que es la Única
que sabe de qué se trata!
De mi libro "Celtic Dream"
Odiseo y Penélope por Francesco Primaticcio
3 comments:
Feliz el que tiene una alma, feliz quien no la tiene, pero dolor y sufrimiento para el que solo la tiene en germen
G. I. Gurdijeff
Exacto, anónimo! Y el Caucásico también dijo: "Quien no está dispuesto a llegar hasta el final una vez que ha comenzado Esto más valdría que no hubiese comenzado nunca!"
Auch!
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