Cáncer,Dr.Hamer y los crímenes de la medicina oficial

Con gran indignación he leído en Wikipedia, en la entrada corespondiente al Dr.Ryke Geerd Hamer, la siguiente frase: "Hasta la actualidad (2012), Hamer no ha podido presentar ningún paciente que se haya curado con su método, sin embargo existe un gran número de víctimas a lo largo de Europa."

Más allá de la veracidad o falacia fáctica de la afirmación final,sobrecoge la impudicia de hablar de "victimas"...

¿Cuántas son las víctimas reales -estadísticas- de los tratamientos de la medicina oficial?

No soy y un fanático de Hamer, no comparto la totalidad de sus aseveraciones ni tampoco el estilo personal con el que las ha desarrollado, pero no hay ninguna duda de que una parte importante de sus teorías tiene  GRAN VALOR y ha servido de base para el desarrollo de la obra monumental de Enric Corbera y sus asociados en la elaboración de la Biodescodificación y la Bioneuroemoción, que se está aplicando con gran efectividad en diversas partes del mundo.

Aunque más no fuera por eso, el Dr.Hamer merecería un poco más de respeto por parte de los palurdos de la medicina oficial y sus acólitos. Y digo "palurdos" refiriéndome únicamente a aquellos de entre la medicina oficial que piensan o sostienen que su visión del hombre y de la enfermedad representa "la verdad".

Ya en 1975, a los 19 años y siendo un avanzado estudiante de medicina y psicología, amplié las Leyes de Spencer, incluyendo una cuarta, la de la enfermedad, como un mecanismo de adaptación previo o compensador frente a la imposibilidad de una adaptación saludable, la migración o la muerte. A partir de allí comencé a estudiar el fenómeno del Cáncer, hace ya casi cuarenta años.

Las estadísticas de la medicina oficial NO SON MEJORES que las de otras metodologías, la única diferencia es que cuentan con mejor prensa, con mayor apoyo económico y con el poder de las estructuras establecidas del capitalismo avanzado, que ha hecho un negocio de todo, incluyendo por supuesto, el de la "salud".Y lo he puesto entre comillas porque la medicina oficial NO SABE en realidad nada acerca de la salud, ya que su sistema se basa en la administración y gestión de la enfermedad. 

Cuando una persona muere durante el curso de un tratamiento alternativo para el cáncer, la respuesta convencional es: "lo han asesinado". Cuando muere -en condiciones usualmente mucho más penosas e inhumanas que las de los enfoques alternativos- el comentario suele ser: "se hizo todo lo posible".

La mayoría de los métodos oficiales (quimioterapia y radiación) consiste en la aplicación de tratamientos tan cruentos e inespecíficos que desafían la imaginación. 

Hace ya casi 80 años el médico mexicano Perez García comenzó sus trabajos con el método de inducción insulínica, que permite utilizar EFECTIVAMENTE y de una manera "orientada al blanco" (a diferencia de la quimioterapia convencional que ataca a todas las células del organismo  no solo a las cancerosas) sólo el 10% de la dosis de quimioterápicos que utiliza la CRIMINAL oncología oficial. Actualmente su sucesor el Dr., Donato Pérez García continúa este tratamiento con excelentes resultados..Con el silencio casi absoluto de la prensa y de la medicina oficial.

Si esta humanidad nuestra no se autoextermina en las próximas décadas, la historia futura observará los métodos para el tratamiento del cáncer aplicados hoy por la medicina oficial con el mismo o mayor horror que contemplamos nosotros los crímenes de la Inquisición.


PD: No contestaré ni publicaré ningún comentario anónimo, ni aquellos que no apoyen su crítica con argumentos racionales que justifiquen sus presencia, en particular aquellos provenientes de legos fanáticos de la ciencia capitalista que desbordan las páginas de Internet con comentarios ignorantes de apoyo ciego a los errores y desbordes de la medicina tecnológica y deshumanizada que sale de las Universidades oficiales.

No soy un enemigo de la ciencia en general, ni de muchos tratamientos de la medicina oficial, pero no puedo compartir la ilusión de la mayoría, que ha aceptado que la ciencia ocupe hoy el lugar que antes tenía la religión, y que supongan que ciencia es sinónimo de VERDAD. Lo que conocemos hoy no es más que el paradigma que nuestro estado de conciencia nos permite concebir. Con el tiempo, nuestras supuestas verdades terminarán teniendo el mismo valor que las más deplorables supersticiones.