26.2.24

Ya no hace falta andar dando más vueltas, podemos decirlo claramente: Javier Milei es un agente destructor al servicio de la banca internacional, de los servicios estadounidenses y británicos, es decir, de la mafia imperialista y asesina que ha estado siempre detrás de todas las maldades perpetradas en la historia.

Es un agente enviado para destruir nuestros valores, nuestra identidad, nuestros principios. Un incestuoso sin esposa, sin hijos, sin familia.

Un miserable que amenaza veladamente a la genuina Nación Argentina  con la llegada de un portaviones estadounidense durante el mayo que viene. Qué casualidad! Mayo, que se supone será el mes de mayor tensión de descarga del marzo y del abril dramáticos que nos esperan.

Un agente miserable al servicio de potencias extranjeras que se ha permitido decir que la política a quien más admira es Margaret Thatcher, la pirata sajona que amenazó con bombardear nuclearmente la ciudad de Buenos Aires.

Un apátrida que se babea soñando con la posibilidad de que Argentina se convierta, virtualmente, en el Estado Nro.51 de los Estados Unidos (estado más de tercera que de segunda, por supuesto)

Un amoral que porta una cloaca en su boca, y sueña con terminar de licuar todo lo que hace al núcleo de nuestra argentinidad, y que en lugar de hacer fuerte a nuestro Peso aspira a que abracemos el dólar para quedar para siempre subyugados a la banca de Wall Street.

Un violento que se resguarda tras su guardia de choque, una banda de muchachos sin código, insultadores seriales, amorales como él.

Una bestia que quiere imponer el más salvaje Darwinismo social para que seamos todos insensibles desaprensivos como él.

Un ignorante unidimensional cuyo país personal no pasó nunca de la General Paz, que no conoce nada de nuestro interior, de sus angustias y penurias, de sus necesidades y aspiraciones.

Un energúmeno monumental que hace números macroeconómicos sin sensibilidad ni compasión alguna por la gente real, los seres humanos de a pie que son los únicos que le dan algún sentido a la economía.

En definitiva, un despreciable subproducto de la crisis terminal de nuestra nación, que, como corresponde, terminará saliendo por el intestino de la patria para derivar en la cloaca de la que salió, quedando perdido en la bruma del olvido.




4 comments:

Anónimo dijo...

Así es sin dudas como lo describis Manuel. Un asesino de nuestro país, nuestras instituciones y de su población

Dr.Manuel Gerardo Monasterio dijo...

Gracias por visitar mi Blog y compartir tu opinión!!!!!

Francisco dijo...

¿Como penetra los pilares de la "democracia" un ser tan funesto? Según dicen cada pueblo o nación tiene el gobernante que se merece.¿ Por qué aparece una persona con tales características? Creo que es evidente la necesidad de destruir para volver a construir, cavar profundas tumbas a lo degenerado para erigir nuevas instituciones que representen un ideal más elevado. Quizás el proceso debe partír de cada uno, y en la sumatoria quizás hagamos la diferencia. Pero bien sabemos que no hay mucho que hacer en el tiempo de oscuridad que transitamos, no vamos a inventar nada, ya está todo escrito y las leyes propias del ciclo se encargarán de restablecer el equilibrio. El problema está enraizado en el ser humano y su propia corrupción, dejamos que el dinero y todo lo qie representa nos vaya alienando de tal forma que no encontremos una salida. Hay esperanzas , no todo está perdido y el trabajo para los que aún creemos que hay que "pasar la llama hacia adelante" , es seguir manteniendo la esencia viva de lo que implica "ser humano". PD: Me habló de vos un amigo (el gallego José Luis) hace muchos años, y me topé con este blog muy interesante. Espero no me confunda de persona. Saludos.

Dr.Manuel Gerardo Monasterio dijo...

No te confundes Francisco,es aquí.Muy en sintonía con lo que planteas.Muchas gracias por visitar mi blog!!!!!

 

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