14.6.20


Durante los últimos años las agencias y servicios de inteligencia han desclasificado una cantidad de material, entre el que se encuentran muchos documentos relativos a la Segunda Guerra Mundial y al tiempo de posguerra.
Como habíamos adelantado anteriormente, la fuga de varios dirigentes nazis y su eventual reorganización no hubiera sido posible sin el apoyo de diversos grupos de poder entre los aliados: militares, gubernamentales y económicos.

Los Estados Unidos y una buena parte de Europa no podían pasar por alto que al terminar la guerra con Alemania derrotada, les esperaba la dura tarea de detener al enemigo común del comunismo soviético, un aliado extremadamente circunstancial que inmediatamente se convertiría en el principal enemigo.

La carrera armamentista, industrial y tecnológica, iba a depender de manera decisiva de los cerebros nazis secuestrados por las potencias aliadas. El eje anglosajón, no hay demasiadas dudas al respecto, ganó esa batalla, lo que hizo que pasara a la vanguardia, que luego de la guerra fría culminó con la caída de la Unión Soviética a final de los ochenta.
¿Quién puede dudar hoy de que la carrera del espacio fue ganada por los Estados Unidos gracias al trabajo del equipo de Wernher von Braun, el genio de Peenemünde, donde diseñó junto con otros científicos nazis la V-2, precursora de los modernos misiles y una de las armas más letales de Hitler. ¿Tuvieron algún tipo de prurito ético que les impidiera utilizar a uno de los hombres claves del equipo de Hitler?
En absoluto. Para poder llevar adelante el plan se organizó una pantomima infantil que incluía una historia completamente inventada en la que von Braun pasaba por haber sido un esclavo al servicio de Hitler. Los Estados Unidos, por lo tanto, lo habían "rescatado" de las garras del monstruo y ahora el gran científico podía, finalmente, trabajar para el mundo libre.
En realidad, Wernher von Braun tenía ahora la oportunidad de trabajar en su esfera de conocimiento cooperando en la lucha contra su gran enemigo: los comunistas.

von Braun de traje a la derecha

Esta fue la razón subyacente en toda la adquisición de cerebros nazis. La sociedad funcionó perfectamente porque los aliados sabían que todos los científicos nazis eran profundamente anti-marxistas y estaban dispuestos a seguir su propia guerra contra el enemigo mortal de Moscú.
Cientos de científicos nazis, alemanes y austriacos –algunos severamente implicados en crímenes de guerra- fueron trasladados a Estados Unidos.
El proyecto mediante el cual se organizó todo este movimiento se denominó "Paperclip". Los servicios de inteligencia en un principio disminuyeron la magnitud y la índole del mismo e incluso informaron que había finalizado en 1947. Lo cual sabemos hoy que es absolutamente falso. El Proyecto Paperclip continuó interrumpidamente hasta 1973, y algunos de sus remanentes han seguido operativos hasta principios de la década de 1990.
La primera fase del Proyecto comenzó en 1944, con el envío a Europa del equipo de especialistas que operó bajo el nombre en código de "Alsos", bajo el mando del controvertido Teniente Coronel Boris Pash (1900-1995), cuyo nutrido historial incluye desde haber luchado en la Revolución Rusa enrolado en la marina del ejército Blanco, pasando mucho después a ser el jefe de seguridad del Proyecto Manhattan en Los Alamos, y estando vinculado luego de la Segunda Guerra con diversos operativos de espionaje y contraespionaje para los servicios de inteligencia estadounidenses.
El objetivo del proyecto "Alsos" era determinar cuan avanzado estaba Hitler en el diseño de su propia bomba atómica. El equipo al mando del teniente Coronel Pash pronto pudo determinar que los nazis estaban aproximadamente dos años atrás con respecto a los Estados Unidos en su posibilidad de diseñar la bomba atómica. Pero descubrieron que, por el contrario, estaban mucho más avanzados en todo lo concerniente a guerra química. Varios de los científicos involucrados en esta horrenda investigación fueron llevados a Estados Unidos para seguir trabajando allí en el área de su macabra especialidad.

No hace mucho se develó asimismo que Australia contrató 127 científicos alemanes, 41 de los cuales fueron miembros activos del Partido Nazi. Si bien no todos estuvieron implicados en operaciones vinculadas con crímenes de guerra, algunos tendrían varias preguntas muy difíciles que responder en ese sentido.

Actualmente ya no es posible ocultar todo esto por más tiempo, y cualquiera que desee profundizar en los detalles de lo que expongo aquí, puede hacerlo con relativa facilidad consultando fuentes oficiales que han sido desclasificadas, así como consultando literatura fidedigna y documentos históricos que se pueden consultar a través de Internet.

von Braun de traje atrás a la derecha
Quien desee profundizar en este tema puede hacerlo en el libro: BLOWBACK America's Recruitment of Nazis and Its Effects on the Cold War. De Christopher Simpson, publicado en New York por Weidenfeld & Nicolson. Obra profundamente documentada donde se relata cómo fueron reubicados en Estados Unidos antiguos nazis, como el líder fascista croata Andrija Artukovic, acusado de convicto por crímenes de lesa humanidad, quien encontró refugio en California casi hasta su muerte, en 1988. O el ingeniero aeronáutico Arthur Rudolph- quien a pesar de todo se vio forzado en 1984 a renunciar a su ciudadanía estadounidense cuando el escándalo de sus actividades anteriores en la Alemania Nazi fue revelado- entre muchos otros.


Rudolph

Entre los muchos beneficiarios del proyecto Paperclip,además de los citados von Braun y Arthur Rudolph From 1937 to 1945, tenemos a:

  • Kurt Blome, quien en 1943 había experimentado en campos de prisioneros con vacunas tóxicas y con técnicas eutanásicas (por lo que fue juzgado en Nuremberg en 1947). Sus conocimientos en el área de la guerra biológica le permitieron ser sobreseído en Nuremberg – y mudarse dos meses después de su enjuiciamiento a los Estados Unidos, donde fue oficialmente contratado por el Cuerpo Químico del Ejército de dicho país en 1951. Su presencia en Nuremberg fue borrada de su expediente.

Blome en Nuremberg(séptimo contando de la izquierda, fila media)


  • El general Reinhard Gehlen, uno de los oficiales de inteligencia de Hitler, quien fue contratado junto a varios de sus ayudantes de la SS como agentes por la CIA, quienes operaron en la "guerra fría" durante años en un complejo blindado en la zona alemana de Bavaria, robando información de los países comunistas para el gobierno de los Estados Unidos. Varios de los hombres de Gehlen eran conspicuos criminales de guerra dados por "desaparecidos".


  • El general Walther Schieber, que poseía información lo suficientemente valiosa (posiblemente acerca de las experimentaciones médicas en los campos de concentración) como para estar primero retenido por los soviéticos –de 1945 a 1948- y ser luego contratado por la Air Force School of Medicine en Estados Unidos. La denuncia del periodista Drew Pearson que reveló material que implicaba a Schiever como cómplice en crímenes de lesa humanidad, obligó al gobierno estadounidense a desembarazarse de Schieber, a quien le consiguieron una visa y un trabajo en Buenos Aires, Argentina (donde vivía una hija suya), adonde viajó en 1952.

  • Hermann Becker-Freysing y Siegfried Ruff, el primero fue condenado a 20 años en Nuremberg por sus experimentos médicos con los prisioneros de Dachau; Ruff fue sobreseído (en una decisión muy reñida) de las acusaciones de haber matado a 80 prisioneros sometiéndolos a los efectos de cámaras despresurizadas (para simular altitudes de más de 18.000 metros). Antes del juicio, tanto Ruff como Becker-Freysing recibieron una cuantiosa suma de dinero por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos por escribir un detallado memorando de sus experimentos.

Podemos sintetizar la opinión casi oficial del gobierno de los Estados Unidos en las crudas palabras de Harry Rositzke, ex-Jefe de Operaciones Secretas de la CIA en la Unión Soviética, cuando se vio forzado a comentar sobre estos oscuros acontecimientos de la historia estadounidense:
"Era una tarea fundamental que utilizáramos a cualquier bastardo con tal de que fuera anticomunista"
Toda esta información nos ilustra un poco mejor la verdadera naturaleza de los "buenos", que ganaron la guerra y escribieron SU HISTORIA, que ha quedado como LA HISTORIA. Pero en "El Espejo de la Historia" sabemos que toda moneda siempre tiene dos caras.
 

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