La Verdadera Revolución
Lo que proponemos es la Revolución de la Consciencia.
Ni más ni menos.
Ocupar el tiempo transmitiendo conceptos repetitivos utilizados como mantras para continuar el proceso de hipnosis colectiva y seguir perpetuando los instrumentos de sumisión ideológica que avalan la constante trituración legal de los cuerpos y las almas con la excusa de "educar", es algo que le dejamos a la gente predispuesta a acompañar ese proceso.
Si el Conocimiento no es impartido desde el Lugar y la Manera que haga de él un verdadero Puente hacia la Libertad Espiritual, Psicológica y Fisiológica del ser humano, no es más que otra forma de ignorancia y de esclavitud cuyo objetivo es continuar el sistema de cosas que está llevando, aceleradamente, a la destrucción del hombre y del ecosistema planetario.
Educar para la Consciencia y desde la Consciencia.
Y podemos decir, parafraseando a Vaneigem, que no "hablamos con un cadáver en la boca", es decir, practicamos lo que proponemos en la vida cotidiana.
No se trata de aportar los conceptos establecidos en los currículos establecidos de la disciplina a la que nos dedicamos (eso lo hacemos sobradamente con todos los elementos conocidos más otros que hemos ido descubriendo en nuestra investigación personal desarrollada a lo largo de cuarenta años).
Se trata de aportar, además, las claves para la liberar al Cuerpo de las improntas de sufrimiento impuestas por siglos de dominación psicológica y perpetuados de generación en generación por los inermes progenitores sometidos a las urgencias inconcebibles para conseguir el sustento diario.
Se trata de aprender a Pensar, a Sentir y a Vivir a la manera de la Vida Plena que aguarda (¡todavía!) en el trasfondo de nuestro protoplasma luminoso sometido por las improntas, las disciplinas, el miedo y la culpa que han actuado durante milenios como cerrojos para el Alma.
Sí, nuestra formación abarca los fundamentos esenciales de la Biodescodificación y la Psicogenealogía en sus diversas variables conocidas, paro aporta, además, instrumentos para producir modificaciones sustanciales, permanentes y trascendentes que van mucho más allá de una "moda" que, tarde o temprano, irá difuminándose y será absorbida como tantas otras "logías" que han sido digeridas por la inexorablemente eficiente sociedad de consumo.
No podemos curarnos sin aprender a Vivir.
Y para aprender a Vivir tenemos que liberarnos de las improntas, los conceptos y falacias que las ideologías y las prácticas del poder imponen sobre los cuerpos inocentes y luminosos de cada criatura que llega a este planeta plenamente Viva, para verse progresivamente aplastada bajo el peso de la programación que hará de ella -en tiempo y forma- un neurótico constantemente insatisfecho, pero bien "adaptado" a las necesidades de los poderes de turno.
Nos preguntan "¿cuáles son los requisitos para realizar nuestra formación?
Y tenemos que informar que son exigentes.
Tiene que ser usted una persona dispuesta a embarcarse en una transformación radical de la Consciencia.
Ni más ni menos.
Ocupar el tiempo transmitiendo conceptos repetitivos utilizados como mantras para continuar el proceso de hipnosis colectiva y seguir perpetuando los instrumentos de sumisión ideológica que avalan la constante trituración legal de los cuerpos y las almas con la excusa de "educar", es algo que le dejamos a la gente predispuesta a acompañar ese proceso.
Si el Conocimiento no es impartido desde el Lugar y la Manera que haga de él un verdadero Puente hacia la Libertad Espiritual, Psicológica y Fisiológica del ser humano, no es más que otra forma de ignorancia y de esclavitud cuyo objetivo es continuar el sistema de cosas que está llevando, aceleradamente, a la destrucción del hombre y del ecosistema planetario.
Educar para la Consciencia y desde la Consciencia.
Y podemos decir, parafraseando a Vaneigem, que no "hablamos con un cadáver en la boca", es decir, practicamos lo que proponemos en la vida cotidiana.
No se trata de aportar los conceptos establecidos en los currículos establecidos de la disciplina a la que nos dedicamos (eso lo hacemos sobradamente con todos los elementos conocidos más otros que hemos ido descubriendo en nuestra investigación personal desarrollada a lo largo de cuarenta años).
Se trata de aportar, además, las claves para la liberar al Cuerpo de las improntas de sufrimiento impuestas por siglos de dominación psicológica y perpetuados de generación en generación por los inermes progenitores sometidos a las urgencias inconcebibles para conseguir el sustento diario.
Se trata de aprender a Pensar, a Sentir y a Vivir a la manera de la Vida Plena que aguarda (¡todavía!) en el trasfondo de nuestro protoplasma luminoso sometido por las improntas, las disciplinas, el miedo y la culpa que han actuado durante milenios como cerrojos para el Alma.
Sí, nuestra formación abarca los fundamentos esenciales de la Biodescodificación y la Psicogenealogía en sus diversas variables conocidas, paro aporta, además, instrumentos para producir modificaciones sustanciales, permanentes y trascendentes que van mucho más allá de una "moda" que, tarde o temprano, irá difuminándose y será absorbida como tantas otras "logías" que han sido digeridas por la inexorablemente eficiente sociedad de consumo.
No podemos curarnos sin aprender a Vivir.
Y para aprender a Vivir tenemos que liberarnos de las improntas, los conceptos y falacias que las ideologías y las prácticas del poder imponen sobre los cuerpos inocentes y luminosos de cada criatura que llega a este planeta plenamente Viva, para verse progresivamente aplastada bajo el peso de la programación que hará de ella -en tiempo y forma- un neurótico constantemente insatisfecho, pero bien "adaptado" a las necesidades de los poderes de turno.
Nos preguntan "¿cuáles son los requisitos para realizar nuestra formación?
Y tenemos que informar que son exigentes.
Tiene que ser usted una persona dispuesta a embarcarse en una transformación radical de la Consciencia.
Dr.Manuel Gerardo Monasterio
1 comments:
> ¿cuáles son los requisitos para realizar nuestra formación?
En principio, trazar el mapa del verdadero territorio que creemos conocido; reconocer nuestra real situación en la cadena trófica cósmica, reservando la fé para aquello incognoscible.
Jacques Vallée, Salvador Freixedo, Gordon Creighton y, sin la menor duda, John Keel han servido de grandes cartógrafos; no menos que Gurdjieff, Ouspensky y Mouravieff. Sin embargo, todos ellos, no transitaron el elaborado camino de salida en el cual peregrinaron otros, como Fulcanelli.
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