Creo en ti,
Bendito Hijo de la Misericordia Infinita
que nunca estuviste en el mundo,
porque el mundo es absolutamente
ajeno a tu Divina Percepción
Que como nunca estuviste en el mundo,
jamás fuiste muerto en ninguna cruz,
ni estuviste jamás presente
en ninguno de los circos religiosos
que en su ignorancia reclaman tu representación
e invocan tu Santo Nombre
Creo en Ti,
que si pudieras ser consciente del mundo,
serías su principal enemigo.
Que si pudieras ser consciente del tiempo,
serías su principal enemigo.
Que si pudieras ser consciente
de la multiplicidad de las percepciones,
serías su principal enemigo.
Que si pudieras ser consciente
de la imbecilidad colectiva
enarbolada por las religiones organizadas,
serías su principal enemigo.
Que si pudieras ser consciente
de la familia nuclear matriarco-patriarcal
enfrentada con todas las demás familias
luchando todas unas contra otras
en pos del propio beneficio,
serías su principal enemigo.
Que si pudieras ser consciente
del capitalismo consumista
que ha convertido al hombre
en una mercancía en manos del hombre,
serías su principal enemigo.
Creo en Ti,
con toda la fuerza de mi corazón,
de mi alma y de mi vida,
en la certeza de que algún día mis ojos
verán solamente la Unidad en el Amor
que tus Divinos Ojos contemplan,
y dejarán por fin de llorar
con sufrimiento indecible,
ante la contemplación de tanto salvajismo,
de tanta depredación y locura,
realizada alegremente por aquellos
que utilizan tu nombre,
mientras desgajan en pedazos el planeta
y se nutren de la sangre de su prójimo
Amén
Manuel Gerardo Monasterio
Publicado por primera vez en mi extinto Foro Planetario, 25/4/2005
23.4.16
Labels:
Capitalismo,
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