Lo he escrito más de una vez, incluso en mi novela "Y Juramos con Gloria morir", y decenas de veces más en distintos artículos...Pero es inútil. Todos siguen repitiendo lo mismo sin saber, aún los que deberían saber.
La Triple A fue una frase-sigla acuñada por mi amigo el Dr.Julio César Urien,
El significado de la Triple A era, según su autor y cito textualmente, "el eje de liberación de los pueblos Asia-África-América".
Aún puedo recordar la charla con Julio César en su piso de la calle Arenales -mientras yo fumaba uno de los "Gran Nicaragua" que Julio solía cederme a mí, ya que él no los fumaba-...
El Juez de Cámara retirado, ya grande, y con la mirada embarazosamente húmeda me decía: "Ese degenerado -por López Rega- usurpó y retorció la obra de mi vida, dándole a la Triple A un sentido completamente opuesto a lo que originalmente representaba".
Y Punto.
Punto Final.
Julio César era la cabeza (visible) de la Logia Anael - a la que Perón dió su apoyo (sea lo que fuere lo que representase el "apoyo" de Perón que no daba puntada sin hilo y sin segundas intenciones)
De la extraña combinación ideológica de Julio César no he de hablar, primero porque ya no está entre nosotros y debería decirlo él si esa hubiese sido su voluntad, y en segundo lugar porque mi propia urdimbre ideológica no es menos compleja que la de él, e incluso se entrecruza en algunos puntos que tampoco deseo revelar en este momento. Por esas coincidencias me honró con su cálida amistad.
Hombre de Leyes, en serio. Se retiró de la práctica profesional como Juez Camarista de la Nación. Hombre de ideales, caballero de los de antes, de los que ya quedan los pocos que se van muriendo en este mundo de miradas sartreanas que anonadan, de bastardos sin gloria. Lo acompañé en largas horas de amables coloquios matizados con las masitas que nos traía su señora esposa. Hombre de porte varonil y bello, de clara mirada que oteaba el infinito de los ideales inalcanzables que nuestros recíprocos sueños anhelaban.
Vaya pues la verdad en este tema en honor y homenaje a ese hombre íntegro y tan plétorico de bellos ideales y de vida cívica impecable.
PD: me refiero en esta nota al Dr.Julio César Urien, no a su hijo -quien fue Presidente del Astillero Río Santiago-con quien no me relaciona vínculo alguno de ningún tipo.
26.11.15
Dime lo que planeas hacer y te diré de dónde vienes y hacia dónde vas...
No puede haber cambios genuinamente sustanciales en Argentina si no se aplican las siguientes medidas:
1- Modificación del mapa geopolítico de Argentina, suprimiendo las provincias y creando REGIONES (como tiene nuestro vecino Chile) Indispensable medida por diversas razones que exceden esta breve introducción al tema. y que podría detallar mejor si alguien lo solicita.
2- Instauración de una nueva economía basada en la creación e incentivación de nuevas economías regionales, autónomas y lo más descentralizadas posibles.
3- Creación de una estructura Cooperativista desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, donde los obreros sean socios reales de las estructuras a las que dan vida y sustento. Con la adecuada formación técnico-educativa que cada área requiera.
4- Descentralización progresiva y creciente de las comunidades rurales con apertura de posibilidades económicas dentro del marco antes planteado.
5-Creación e incentivación de energías autosustentables a lo largo de todo el país.
6-Modificación profunda y sustancial de los programas de educación, estableciendo un currículo basado en las necesidades reales y concretas de los niños y jóvenes de hoy (no en los niños y jóvenes "conceptuales" que habitan e las mentes de los académicos). Con una estructura de actividades que concuerde con la neurobiología del niño y que no atente dramáticamente contra ella (un niñito no está preparado para "aprender" confinado en una cuadrícula cerrada llamada "aula" -esto sólo apunta a las necesidades del sistema: programar y "normalizar" al sistema nervioso para crear autómatas funcionales a la sociedad consumista del "espectáculo y el despilfarro").(Luego de un promedio de doce años en ese "sistema educativo" el sistema nervioso y la energía vital de los jóvenes está ya dañada de manera casi irreversible)
7- Modificación radical del Sistema Penitenciario Federal, que hoy opera como una estructura de asociaciones ilícitas, donde se pervierte aún más a los presos y se los explota, además, para beneficio de un contubernio de delincuentes amparados por la legalidad (que incluye policías, abogados, jueces, y agentes penitenciarios, por citar sólo a los más conspicuos).
Los que han atentado contra la comunidad de una u otro forma, deben trabajar en un marco que apunte a una posible y verdadera transformación, y en los casos en que eso no se diera -por razones de idiosincrasia personal- deben aportar a la sociedad a la que han atacado o dañado de una manera efectiva y concreta que de ninguna manera puede incluir la tortura ni crear mayor depravación en los convictos.
8-Atravesando todos los puntos mencionados, un Espíritu de democracia cada vez más participativa y menos "representativa".
Ninguno de los partidos políticos actuales incluye ni uno solo de estos puntos, por lo que es imposible que algo cambie realmente en Argentina (ni en el mundo...)
Manuel Gerardo Monasterio, Walden,Villa Giardino,26 de Noviembre de 2015
No puede haber cambios genuinamente sustanciales en Argentina si no se aplican las siguientes medidas:
1- Modificación del mapa geopolítico de Argentina, suprimiendo las provincias y creando REGIONES (como tiene nuestro vecino Chile) Indispensable medida por diversas razones que exceden esta breve introducción al tema. y que podría detallar mejor si alguien lo solicita.
2- Instauración de una nueva economía basada en la creación e incentivación de nuevas economías regionales, autónomas y lo más descentralizadas posibles.
3- Creación de una estructura Cooperativista desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, donde los obreros sean socios reales de las estructuras a las que dan vida y sustento. Con la adecuada formación técnico-educativa que cada área requiera.
4- Descentralización progresiva y creciente de las comunidades rurales con apertura de posibilidades económicas dentro del marco antes planteado.
5-Creación e incentivación de energías autosustentables a lo largo de todo el país.
6-Modificación profunda y sustancial de los programas de educación, estableciendo un currículo basado en las necesidades reales y concretas de los niños y jóvenes de hoy (no en los niños y jóvenes "conceptuales" que habitan e las mentes de los académicos). Con una estructura de actividades que concuerde con la neurobiología del niño y que no atente dramáticamente contra ella (un niñito no está preparado para "aprender" confinado en una cuadrícula cerrada llamada "aula" -esto sólo apunta a las necesidades del sistema: programar y "normalizar" al sistema nervioso para crear autómatas funcionales a la sociedad consumista del "espectáculo y el despilfarro").(Luego de un promedio de doce años en ese "sistema educativo" el sistema nervioso y la energía vital de los jóvenes está ya dañada de manera casi irreversible)
7- Modificación radical del Sistema Penitenciario Federal, que hoy opera como una estructura de asociaciones ilícitas, donde se pervierte aún más a los presos y se los explota, además, para beneficio de un contubernio de delincuentes amparados por la legalidad (que incluye policías, abogados, jueces, y agentes penitenciarios, por citar sólo a los más conspicuos).
Los que han atentado contra la comunidad de una u otro forma, deben trabajar en un marco que apunte a una posible y verdadera transformación, y en los casos en que eso no se diera -por razones de idiosincrasia personal- deben aportar a la sociedad a la que han atacado o dañado de una manera efectiva y concreta que de ninguna manera puede incluir la tortura ni crear mayor depravación en los convictos.
8-Atravesando todos los puntos mencionados, un Espíritu de democracia cada vez más participativa y menos "representativa".
Ninguno de los partidos políticos actuales incluye ni uno solo de estos puntos, por lo que es imposible que algo cambie realmente en Argentina (ni en el mundo...)
Manuel Gerardo Monasterio, Walden,Villa Giardino,26 de Noviembre de 2015
Nuestro libro publicado en 1988, que nos abrió el corazón (y la biblioteca) de Don Arturo Frondizi
(Publicado por primera vez en 2011)
La consecuencias de la ecuanimidad pueden ser diversas, y en general casi todas trágicas. En mi caso particular ha sido la de vivir exiliado en mi propio país.
A pesar de todos los discursos y pretensiones de “respeto del disenso” y “aceptación de las diferencias” , pocas cosas hay que el ser humano odie tanto en la práctica como verse obligado a “escuchar la otra campana”, lo que significa en realidad asomarse un poco más a la “verdad”. Y a la gente la “verdad” no le interesa. Lo único que les importa, en general, es “su verdad”.
Por eso, aquel que intenta el difícil ejercicio de la ecuanimidad, suele terminar como un leproso en tiempos de la Edad Media.
En 1988 – a los 32 años- escribí “Bases para un nuevo modelo de nación”. El escritor Sánchez Sorondo –a quien nunca conocí personalmente-escribió una reseña crítica positiva sobre la obra. La misma se presentó en todos los diarios de la época, pero jamás se consiguió ni la más mínima mención.
En ese libro se hablaba con mucha claridad de la corrupción dirigencial argentina. Y algunos méritos habrá tenido porque a partir de esa obra el Dr. Arturo Frondizi me honró con una amistad que duró hasta su muerte.
El libro no tuvo mención alguna porque su autor no pertenecía a ningún partido, a ninguna corporación ni a ningún conciliábulo de cualquiera de los poderes establecidos.
Desde que tengo memoria he padecido de la manía de tener siempre en cuenta las dos caras de la moneda. Lo que resultó –me di cuenta mucho después- en una suerte de tragedia social.
Aunque peque de soberbia, debo decir que no creo que ningún escritor argentino haya asumido, sistemáticamente, una postura semejante.
Cuando el presidente Carlos Saúl Menem –uno de los tantos que traicionaron al peronismo original- promulgó el indulto, tanto para la cúpula militar como para los delincuentes subversivos, le envié una carta de indignado repudio.
Considero que los militares tenían, no sólo el derecho sino la obligación, de defenderse y defender a la nación del violento intento de toma del poder por parte de los criminales subversivos y terroristas, quienes habían impuesto el reino del caos bajo el signo del asesinato y del secuestro extorsivo, hasta el punto en que el mismo Juan Domingo Perón llegó a expresar al respecto: "Nosotros estamos en la necesidad de contar con una legislación fuerte para parar lo que se está produciendo, que es también fuerte; y a grandes males no hay sino grandes remedios, que es lo que nosotros necesitamos. En este momento se está asaltando en nombre de no sé qué cosa. Si hasta han tomado ciudadanos; ya los ciudadanos no tienen la seguridad que el Estado tiene la obligación de dar, porque no hay sanción en las leyes para este tipo de delitos, que son nuevos. ¿Cómo es posible que todos los hombres que tengan armas estén amenazados de ser tomados por bandas de delincuentes que se dicen de una tendencia o de otra?"
La situación era insostenible, y las fotos no son más que una mínima muestra del apoyo inicial al golpe -que contó con una aprobación política mucho mayor de lo que ahora se pretende recordar.
Parece que los argentinos han olvidado que muchas rutas de la nación se hallaban copadas por grupos de terroristas, que la falta de seguridad ante los embates de una violencia sin precedentes en nuestro país había llegado a límites inconcebibles...Y que un grupo de asesinos armados escudados-burdamente-tras la fachada del idealismo revolucionario estaban organizándose a lo largo de todo el territorio nacional para imponer un sistema extraño al sentir de la ciudadanía -en la que jamás encontrarion el apoyo que les hubiera dado, sin duda alguna, la victoria-.
Las fuerzas armadas no podían NO RESPONDER, de manera decisiva, frente a un desmán de semejantes proporciones. Con lo que no podemos estar de acuerdo, de ninguna manera, es con la catastrófica forma en que eso se llevó a cabo.
Debería haberse cumplido dentro de los límites de un Estado de Sitio con un orden marcial tan impecable como implacable, pero sin secuestros de criaturas, sin "desapariciones" y sin el absurdo sistema de torturas implantado en centros clandestinos. El gobierno militar contaba con los medios para hacer lo que debía hacerse a plena luz del día.
En mi carta a Menem pedía que la cúpula militar fuera juzgada por traición a la patria según el código de ley militar. El fusilamiento sumario de los tres jefes militares hubiera representado la única salida honorable y efectiva para el destino de la nación. Pero asimismo, e inmediatamente, la única pena posible también para los jefes subversivos: cadena perpetua no-excarcelable.
El resultado del indulto y de la blandura inexcusable contra los enemigos y los traidores de la nación, está a la vista. Nos hemos quedado prácticamente sin fuerzas armadas y los otrora criminales subversivos, disfrazados ahora de “demócratas” han ascendido al poder.
Decir hoy “militar” representa una suerte de insulto. La falta de honor y de dignidad de los jefes militares para sumir un destino acorde con la hombría de bien y el respeto a sus camaradas –aceptando cargar con la pena máxima para salvaguardar el futuro de la institución- nos ha llevado a una situación tan ignominiosa como increíble. Mientras Brasil y Chile continúan armándose –las cifras de este año han aumentado con respecto a años anteriores- nosotros nos hemos quedado con unas fuerzas armadas casi de juguete. Con un plantel de hombres y mujeres a los que se les ha arrancando el sentimiento de cuerpo, la dignidad como grupo honorable al servicio de los intereses del pueblo de la nación, y se los ha convertido en blanco del repudio y la burla de la población civil.
Y la otra cara de la moneda –de esta moneda falsa acuñada con metales innobles-, la tenemos en el poder actual de la nación. Los otrora guerrilleros y delincuentes subversivos son hoy ministros y diputados.
Es difícil tener buena memoria en Argentina. Más que difícil, es doloroso, y más que doloroso, es bastante inconveniente desde el punto de vista cotidiano: a veces me tengo que olvidar a consciencia de los hechos para no pasarme el día vomitando sin parar.
Porque no puedo olvidar los secuestros, los asesinatos y las torturas –que incluyen a mujeres embarazadas y a niños- llevadas a cabo por la ineptitud y la maldad oprobiosa de la junta militar. Pero, para mi desgracia, no tengo una memoria selectiva, tengo memoria completa. Y así como me acuerdo de aquello, no puedo olvidarme de lo otro. Si hubiera tenido la memoria sesgada de la mayoría en mi país, quien sabe, quizás hoy hasta hubiera llegado a ser un “próspero” funcionario!
Pero me acuerdo demasiado bien. Y difícilmente pase una semana en que no recuerde a Jordán Bruno Genta y a Carlos Sacheri, ambos insignes filósofos tomistas asesinados salvajemente por los criminales terroristas del “Ejército Revolucionario del Pueblo”. Y no veo que sus crímenes hayan sido investigados realmente alguna vez.
Recuerdo muy bien a José Ignacio Rucci, y me pregunto cuándo algún gobierno se va a ocupar de ajusticiar a sus asesinos (Montoneros).
Recuerdo también el asesinato del padre Carlos Mugica (la mal llamada Triple "A" le ganó de manos a Montoneros, que ya lo había ajusticiado y hubiera sido ejecutado por ellos de una u otra manera).
Sería bueno agregar a ese sesgado y “tuerto” “Día de la Memoria” que el gobierno de los nuevos “montoneros capitalistas” nos quiere imponer, todos estos nombres más el del Capitán Viola y su pequeña hija María Cristina, de tres años, asesinados arteramente por quienes se han convertido hoy –por imperio de la manipulación ideológica en concurrencia forzosa con la desmemoria de los argentinos- en “jóvenes idealistas”. La otra hija del capitán Viola, María Fernanda, tuvo que pasar por varias delicadas operaciones a consecuencias de las heridas recibidas. Todo esto ocurrió cuando la familia Viola volvía de misa y estaba por entrar a su casa, la esposa de Viola, Maby, que estaba embarazada, no entendía qué había ocurrido y salvó su vida por estar abriendo el portón de su casa. La familia Viola viajaba en un Ami 8, vehículo de clase económica si los hay (vean en qué viajan ahora los ex -montoneros que hace unos años enarbolaban la bandera de la “patria socialista” y hoy se han convertido en adalides de la “democracia capitalista”)
Tengo la desgracia de la buena memoria asociada a mi obsesión por la ecuanimidad, y por eso no me olvido del Teniente Coronel Argentino del Valle Larrabure, hombre de cualidades sobresalientes como padre de familia, como camarada y como profesional. Cuando murió tenía dos hijos biológicos y estaba en proceso de adopción de un tercer hijo, Jorge Alberto. El “Ejército Revolucionario del Pueblo” lo tuvo secuestrado en condiciones infrahumanas durante 372 días antes de asesinarlo cobardemente. La agrupación “Hijos” Rosario, tiernos descendientes de muchos de esos “jóvenes idealistas” del ERP y Montoneros, pidió que se dejara de investigar y se archivara la causa de su homicidio.
Recuerdo asimismo el asesinato del General Cesáreo Cardozo, en particular porque las condiciones del mismo ilustran con bastante claridad las cualidades morales de aquellos “jóvenes idealistas”. Su asesina, Ana María González, era compañera y amiga de la hija de Cardozo –ambas concurrían al Instituto Lenguas Vivas-, lo que le daba a la joven e “idealista” Ana María la confianza de ingresar sin inconvenientes a la casa de la familia Cardozo y le permitió poner bajo el colchón del General una bomba de 700 gramos de trotyl.
La nota editorial del Buenos Aires Herald titulada “El crimen más detestable” y reproducida íntegramente por el diario La Opinión –sin que nadie pueda vincular precisamente a dichas publicaciones con el gobierno militar- decía lo siguiente:
“fue el crimen más detestable pero fácil y sin riesgos para aquellos que colocaron la bomba en manos de esa joven chica”, advierte que “no debe permitirse que el terrorismo pueda triunfar en esto. Por eso debemos evitar el caer en su trampa actuando de manera exagerada y sin pensar. Los fines que persigue la subversión no son solamente aterrorizar, sino también suscitar la represión indiscriminada, con el objeto, según las esperanzas de los terroristas, de debilitar el apoyo que la población confiere a las fuerzas armadas.” (…) “Debemos tratar que nuestra ira no nuble nuestra inteligencia, haciendo que nuestra respuesta sea templada como el acero; enérgica, pero flexible. Pero recordemos que todos estamos involucrados en esta lucha. Nuestra fuerza es nuestra decencia. Su debilidad es su vileza. Nuestra defensa, basada en los altos valores y las más nobles tradiciones de nuestra sociedad, puede ser inexpugnable.”
Siete meses después, la joven e"idealista"Ana María concluía su amorosa gesta, sumando a su bello dossier de “romántica revolucionaria” el cobarde asesinato del soldado conscripto Guillermo Félix Dimitri.
Como dije, tengo la siniestra desgracia de una buena y ecuánime memoria. Y por supuesto, recuerdo a muchos más. Los que deseen refrescar su memoria al respecto pueden entrar a ver a estas mil víctimas de aquellos idealistas jóvenes, algunos de los cuales se han transmutado hoy en prósperos empresarios del negocio de la política en Argentina.
Pero como mi memoria – a diferencia de la de tantos- no es selectiva, también me acuerdo perfectamente de lo ocurrido el 18 de Julio de 1994, cuando otro país perpetró o cooperó para que se perpetrara, en plena capital argentina, el más horrendo acto de terrorismo de nuestra historia, cual fue el atentado a la AMIA, donde murieron 85 personas. Siento la misma repulsión por la República de Irán como por el Estado Sionista de Israel. Lo que me pone, nuevamente, en esa posición de ecuanimidad tan incómoda para generar simpatías en las mentes sesgadas de la mayoría.
Y sigo sufriendo los embates de mi memoria cuando recuerdo al General Perón en la Plaza de Mayo el 1 de Mayo de 1974, cuando repudió a los “imberbes y estúpidos”, mucho de los cuales han usurpado hoy las banderas del peronismo original, banderas que no les pertenecen ni pueden haberles pertenecido nunca, ya que su misma ideología es y fue contraria a la de Perón.
“Imberbes y estúpidos” que ya no son ni una cosa ni la otra, porque con gran astucia se las han amañado para usurpar, no sólo las banderas originales e históricas del peronismo sino las riendas de esta desafortunada Nación Argentina que parece condenada a no concretar nunca las grandeza a la que alguna vez parecía destinada.
Y únicamente por imperio del "cretinismo ambiente y creciente" de la población de mi desafortunado país, puede alguien llegar siquiera a creer que algo tan desemejante como “peronista” y “montonero” pueda llegar a conciliarse de alguna manera, muchísimo menos convivir en la misma persona. Pero la mayoría parece ya no saber ni recordar lo que fueron ni una cosa ni la otra. O quizás sea aún peor, tal vez ni siquiera les interese.
A fuer de mirar con ambos ojos para ser ecuánime, he vivido exiliado en mi propio país. Paradójicamente, he recibido aprobación y mención por mis trabajos en Estados Unidos, y por material realizado originalmente en idioma inglés.
Y es que en un país de tuertos, bizcos y desmemoriados, pretender una mirada ecuánime y no permitirse la conveniente debilidad del olvido, equivale a ser un leproso en tiempos de la Edad Media.
La consecuencias de la ecuanimidad pueden ser diversas, y en general casi todas trágicas. En mi caso particular ha sido la de vivir exiliado en mi propio país.
A pesar de todos los discursos y pretensiones de “respeto del disenso” y “aceptación de las diferencias” , pocas cosas hay que el ser humano odie tanto en la práctica como verse obligado a “escuchar la otra campana”, lo que significa en realidad asomarse un poco más a la “verdad”. Y a la gente la “verdad” no le interesa. Lo único que les importa, en general, es “su verdad”.
Por eso, aquel que intenta el difícil ejercicio de la ecuanimidad, suele terminar como un leproso en tiempos de la Edad Media.
En 1988 – a los 32 años- escribí “Bases para un nuevo modelo de nación”. El escritor Sánchez Sorondo –a quien nunca conocí personalmente-escribió una reseña crítica positiva sobre la obra. La misma se presentó en todos los diarios de la época, pero jamás se consiguió ni la más mínima mención.
En ese libro se hablaba con mucha claridad de la corrupción dirigencial argentina. Y algunos méritos habrá tenido porque a partir de esa obra el Dr. Arturo Frondizi me honró con una amistad que duró hasta su muerte.
El libro no tuvo mención alguna porque su autor no pertenecía a ningún partido, a ninguna corporación ni a ningún conciliábulo de cualquiera de los poderes establecidos.
Desde que tengo memoria he padecido de la manía de tener siempre en cuenta las dos caras de la moneda. Lo que resultó –me di cuenta mucho después- en una suerte de tragedia social.
Aunque peque de soberbia, debo decir que no creo que ningún escritor argentino haya asumido, sistemáticamente, una postura semejante.
Cuando el presidente Carlos Saúl Menem –uno de los tantos que traicionaron al peronismo original- promulgó el indulto, tanto para la cúpula militar como para los delincuentes subversivos, le envié una carta de indignado repudio.
Considero que los militares tenían, no sólo el derecho sino la obligación, de defenderse y defender a la nación del violento intento de toma del poder por parte de los criminales subversivos y terroristas, quienes habían impuesto el reino del caos bajo el signo del asesinato y del secuestro extorsivo, hasta el punto en que el mismo Juan Domingo Perón llegó a expresar al respecto: "Nosotros estamos en la necesidad de contar con una legislación fuerte para parar lo que se está produciendo, que es también fuerte; y a grandes males no hay sino grandes remedios, que es lo que nosotros necesitamos. En este momento se está asaltando en nombre de no sé qué cosa. Si hasta han tomado ciudadanos; ya los ciudadanos no tienen la seguridad que el Estado tiene la obligación de dar, porque no hay sanción en las leyes para este tipo de delitos, que son nuevos. ¿Cómo es posible que todos los hombres que tengan armas estén amenazados de ser tomados por bandas de delincuentes que se dicen de una tendencia o de otra?"
Ernesto Sábato,Jorge Luis Borges y Leonardo Castellani en Julio de 1976 con el Teniente General Jorge Rafael Videla
Parece que los argentinos han olvidado que muchas rutas de la nación se hallaban copadas por grupos de terroristas, que la falta de seguridad ante los embates de una violencia sin precedentes en nuestro país había llegado a límites inconcebibles...Y que un grupo de asesinos armados escudados-burdamente-tras la fachada del idealismo revolucionario estaban organizándose a lo largo de todo el territorio nacional para imponer un sistema extraño al sentir de la ciudadanía -en la que jamás encontrarion el apoyo que les hubiera dado, sin duda alguna, la victoria-.
Las fuerzas armadas no podían NO RESPONDER, de manera decisiva, frente a un desmán de semejantes proporciones. Con lo que no podemos estar de acuerdo, de ninguna manera, es con la catastrófica forma en que eso se llevó a cabo.
Debería haberse cumplido dentro de los límites de un Estado de Sitio con un orden marcial tan impecable como implacable, pero sin secuestros de criaturas, sin "desapariciones" y sin el absurdo sistema de torturas implantado en centros clandestinos. El gobierno militar contaba con los medios para hacer lo que debía hacerse a plena luz del día.
En mi carta a Menem pedía que la cúpula militar fuera juzgada por traición a la patria según el código de ley militar. El fusilamiento sumario de los tres jefes militares hubiera representado la única salida honorable y efectiva para el destino de la nación. Pero asimismo, e inmediatamente, la única pena posible también para los jefes subversivos: cadena perpetua no-excarcelable.
Antes de que los beneméritos "demócratas" y supuestos "defensores" de los derechos humanos se rasguen las vestiduras ante el castigo ejemplar que propuse, recuerden cómo los Estados Unidos gestaron el ahorcamiento de su antiguo socio y camarada Saddam Husein, y ni que hablar de los ahorcamientos del Juicio de Nuremberg y de Eichmann o la silla eléctrica para los Rosenberg.
El resultado del indulto y de la blandura inexcusable contra los enemigos y los traidores de la nación, está a la vista. Nos hemos quedado prácticamente sin fuerzas armadas y los otrora criminales subversivos, disfrazados ahora de “demócratas” han ascendido al poder.
Decir hoy “militar” representa una suerte de insulto. La falta de honor y de dignidad de los jefes militares para sumir un destino acorde con la hombría de bien y el respeto a sus camaradas –aceptando cargar con la pena máxima para salvaguardar el futuro de la institución- nos ha llevado a una situación tan ignominiosa como increíble. Mientras Brasil y Chile continúan armándose –las cifras de este año han aumentado con respecto a años anteriores- nosotros nos hemos quedado con unas fuerzas armadas casi de juguete. Con un plantel de hombres y mujeres a los que se les ha arrancando el sentimiento de cuerpo, la dignidad como grupo honorable al servicio de los intereses del pueblo de la nación, y se los ha convertido en blanco del repudio y la burla de la población civil.
Y la otra cara de la moneda –de esta moneda falsa acuñada con metales innobles-, la tenemos en el poder actual de la nación. Los otrora guerrilleros y delincuentes subversivos son hoy ministros y diputados.
Es difícil tener buena memoria en Argentina. Más que difícil, es doloroso, y más que doloroso, es bastante inconveniente desde el punto de vista cotidiano: a veces me tengo que olvidar a consciencia de los hechos para no pasarme el día vomitando sin parar.
Porque no puedo olvidar los secuestros, los asesinatos y las torturas –que incluyen a mujeres embarazadas y a niños- llevadas a cabo por la ineptitud y la maldad oprobiosa de la junta militar. Pero, para mi desgracia, no tengo una memoria selectiva, tengo memoria completa. Y así como me acuerdo de aquello, no puedo olvidarme de lo otro. Si hubiera tenido la memoria sesgada de la mayoría en mi país, quien sabe, quizás hoy hasta hubiera llegado a ser un “próspero” funcionario!
Pero me acuerdo demasiado bien. Y difícilmente pase una semana en que no recuerde a Jordán Bruno Genta y a Carlos Sacheri, ambos insignes filósofos tomistas asesinados salvajemente por los criminales terroristas del “Ejército Revolucionario del Pueblo”. Y no veo que sus crímenes hayan sido investigados realmente alguna vez.
Recuerdo muy bien a José Ignacio Rucci, y me pregunto cuándo algún gobierno se va a ocupar de ajusticiar a sus asesinos (Montoneros).
Recuerdo también el asesinato del padre Carlos Mugica (la mal llamada Triple "A" le ganó de manos a Montoneros, que ya lo había ajusticiado y hubiera sido ejecutado por ellos de una u otra manera).
Sería bueno agregar a ese sesgado y “tuerto” “Día de la Memoria” que el gobierno de los nuevos “montoneros capitalistas” nos quiere imponer, todos estos nombres más el del Capitán Viola y su pequeña hija María Cristina, de tres años, asesinados arteramente por quienes se han convertido hoy –por imperio de la manipulación ideológica en concurrencia forzosa con la desmemoria de los argentinos- en “jóvenes idealistas”. La otra hija del capitán Viola, María Fernanda, tuvo que pasar por varias delicadas operaciones a consecuencias de las heridas recibidas. Todo esto ocurrió cuando la familia Viola volvía de misa y estaba por entrar a su casa, la esposa de Viola, Maby, que estaba embarazada, no entendía qué había ocurrido y salvó su vida por estar abriendo el portón de su casa. La familia Viola viajaba en un Ami 8, vehículo de clase económica si los hay (vean en qué viajan ahora los ex -montoneros que hace unos años enarbolaban la bandera de la “patria socialista” y hoy se han convertido en adalides de la “democracia capitalista”)
Tengo la desgracia de la buena memoria asociada a mi obsesión por la ecuanimidad, y por eso no me olvido del Teniente Coronel Argentino del Valle Larrabure, hombre de cualidades sobresalientes como padre de familia, como camarada y como profesional. Cuando murió tenía dos hijos biológicos y estaba en proceso de adopción de un tercer hijo, Jorge Alberto. El “Ejército Revolucionario del Pueblo” lo tuvo secuestrado en condiciones infrahumanas durante 372 días antes de asesinarlo cobardemente. La agrupación “Hijos” Rosario, tiernos descendientes de muchos de esos “jóvenes idealistas” del ERP y Montoneros, pidió que se dejara de investigar y se archivara la causa de su homicidio.
Recuerdo asimismo el asesinato del General Cesáreo Cardozo, en particular porque las condiciones del mismo ilustran con bastante claridad las cualidades morales de aquellos “jóvenes idealistas”. Su asesina, Ana María González, era compañera y amiga de la hija de Cardozo –ambas concurrían al Instituto Lenguas Vivas-, lo que le daba a la joven e “idealista” Ana María la confianza de ingresar sin inconvenientes a la casa de la familia Cardozo y le permitió poner bajo el colchón del General una bomba de 700 gramos de trotyl.
La nota editorial del Buenos Aires Herald titulada “El crimen más detestable” y reproducida íntegramente por el diario La Opinión –sin que nadie pueda vincular precisamente a dichas publicaciones con el gobierno militar- decía lo siguiente:
“fue el crimen más detestable pero fácil y sin riesgos para aquellos que colocaron la bomba en manos de esa joven chica”, advierte que “no debe permitirse que el terrorismo pueda triunfar en esto. Por eso debemos evitar el caer en su trampa actuando de manera exagerada y sin pensar. Los fines que persigue la subversión no son solamente aterrorizar, sino también suscitar la represión indiscriminada, con el objeto, según las esperanzas de los terroristas, de debilitar el apoyo que la población confiere a las fuerzas armadas.” (…) “Debemos tratar que nuestra ira no nuble nuestra inteligencia, haciendo que nuestra respuesta sea templada como el acero; enérgica, pero flexible. Pero recordemos que todos estamos involucrados en esta lucha. Nuestra fuerza es nuestra decencia. Su debilidad es su vileza. Nuestra defensa, basada en los altos valores y las más nobles tradiciones de nuestra sociedad, puede ser inexpugnable.”
Siete meses después, la joven e"idealista"Ana María concluía su amorosa gesta, sumando a su bello dossier de “romántica revolucionaria” el cobarde asesinato del soldado conscripto Guillermo Félix Dimitri.
Como dije, tengo la siniestra desgracia de una buena y ecuánime memoria. Y por supuesto, recuerdo a muchos más. Los que deseen refrescar su memoria al respecto pueden entrar a ver a estas mil víctimas de aquellos idealistas jóvenes, algunos de los cuales se han transmutado hoy en prósperos empresarios del negocio de la política en Argentina.
http://www.celtyv.org/victimas/index.html
Me acuerdo de muchas otras cosas que la mayoría de la gente parece haber olvidado. Como, por ejemplo, de la violación de la soberanía argentina por parte del Estado Sionista de Israel en 1960, durante el gobierno del Dr. Arturo Frondizi, cuando envió a los chacales de su servicio secreto para secuestrar y sacar ilegalmente del país a Adolf Eichmann. No me hubiese importado que se tratase del mismo diablo: ninguna nación de la tierra puede arrogarse el derecho de entrar a mi país para perpetrar un acto semejante contra la persona de cualquiera que habite nuestro territorio.
Pero como mi memoria – a diferencia de la de tantos- no es selectiva, también me acuerdo perfectamente de lo ocurrido el 18 de Julio de 1994, cuando otro país perpetró o cooperó para que se perpetrara, en plena capital argentina, el más horrendo acto de terrorismo de nuestra historia, cual fue el atentado a la AMIA, donde murieron 85 personas. Siento la misma repulsión por la República de Irán como por el Estado Sionista de Israel. Lo que me pone, nuevamente, en esa posición de ecuanimidad tan incómoda para generar simpatías en las mentes sesgadas de la mayoría.
Y sigo sufriendo los embates de mi memoria cuando recuerdo al General Perón en la Plaza de Mayo el 1 de Mayo de 1974, cuando repudió a los “imberbes y estúpidos”, mucho de los cuales han usurpado hoy las banderas del peronismo original, banderas que no les pertenecen ni pueden haberles pertenecido nunca, ya que su misma ideología es y fue contraria a la de Perón.
“Imberbes y estúpidos” que ya no son ni una cosa ni la otra, porque con gran astucia se las han amañado para usurpar, no sólo las banderas originales e históricas del peronismo sino las riendas de esta desafortunada Nación Argentina que parece condenada a no concretar nunca las grandeza a la que alguna vez parecía destinada.
Y únicamente por imperio del "cretinismo ambiente y creciente" de la población de mi desafortunado país, puede alguien llegar siquiera a creer que algo tan desemejante como “peronista” y “montonero” pueda llegar a conciliarse de alguna manera, muchísimo menos convivir en la misma persona. Pero la mayoría parece ya no saber ni recordar lo que fueron ni una cosa ni la otra. O quizás sea aún peor, tal vez ni siquiera les interese.
A fuer de mirar con ambos ojos para ser ecuánime, he vivido exiliado en mi propio país. Paradójicamente, he recibido aprobación y mención por mis trabajos en Estados Unidos, y por material realizado originalmente en idioma inglés.
Y es que en un país de tuertos, bizcos y desmemoriados, pretender una mirada ecuánime y no permitirse la conveniente debilidad del olvido, equivale a ser un leproso en tiempos de la Edad Media.
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No entiendo por qué muchos se
sienten ofendidos por los escritos de Darwin. Se volvió agnóstico, ciertamente, ¿y cómo podría
haberlo evitado luego de estudiar para convertirse en Pastor Anglicano?
Sin embargo, Darwin era más humilde que muchos palurdos indecentes que pretenden ”Saber”y ”Conocer” acerca de Dios.
En un carta a un amigo le expresó, con la mayor inocencia, refiriéndose a Dios y al creacionismo: ”En realidad, creo que estas cosas están mucho más allá de la capacidad de nuestra inteligencia”.
Tampoco puede criticársele que se le haya pasado el factor esencial referente a los verdaderos orígenes de esta extraña criaturilla bipedestada a la que conocemos como ”hombre”.
Darwin era demasiado decente como para
imaginar una maldad semejante.
Para no confundir a los amigos les daré una clave acerca de lo que digo, transcribiéndoles esta pequeña y casi perdida
charla entre el astuto Gurdjieff y su discípulo el bello e ingenuo John Bennett:
Gurdjieff:
”¿Cuál es el sentido y significado de la vida en la tierra y en particular de la vida humana?
Nuestras vidas no nos pertenecen. ¿Por qué os preocupais en cuidar tanto a vuestras ovejas y vacas? ¿Es acaso
porque deseáis que ellas tengan una vida exitosa y feliz? ¿O es porque deseáis su carne, su cuero y su lana? ¿No ves
que puede ser que ocurra lo mismo con ustedes? ¿Por qué no habría un granjero superhumano que os alimenta y os
cuida porque necesita algo de vosotros?”
Bennet agrega luego:
”La teoría de la carne y de la lana significa que los poderes superiores no están tan interesados en nuestras vidas como
en nuestras muertes. Una oveja se convierte en algo provechoso y vendible una vez que ha sido carneada. Gurdjieff
llegó luego tan lejos como para sugerir que las guerras ocurrían en la ࢢerra cuando se necesitaban más muertes
humanas”
John Bennet en ”Needs of a New Age Community”
Para no confundir a los amigos les daré una clave acerca de lo que digo, transcribiéndoles esta pequeña y casi perdida
charla entre el astuto Gurdjieff y su discípulo el bello e ingenuo John Bennett:
Gurdjieff:
”¿Cuál es el sentido y significado de la vida en la tierra y en particular de la vida humana?
Nuestras vidas no nos pertenecen. ¿Por qué os preocupais en cuidar tanto a vuestras ovejas y vacas? ¿Es acaso
porque deseáis que ellas tengan una vida exitosa y feliz? ¿O es porque deseáis su carne, su cuero y su lana? ¿No ves
que puede ser que ocurra lo mismo con ustedes? ¿Por qué no habría un granjero superhumano que os alimenta y os
cuida porque necesita algo de vosotros?”
Bennet agrega luego:
”La teoría de la carne y de la lana significa que los poderes superiores no están tan interesados en nuestras vidas como
en nuestras muertes. Una oveja se convierte en algo provechoso y vendible una vez que ha sido carneada. Gurdjieff
llegó luego tan lejos como para sugerir que las guerras ocurrían en la ࢢerra cuando se necesitaban más muertes
humanas”
John Bennet en ”Needs of a New Age Community”
Ya lo sé.
Quizás estos sean vislumbres demasiado inquietantes para la mayoría de la gente. Pero quien sabe, a lo mejor a ti te sirven para poder comenzar a comprender los extraños fenómenos que ocurren en este minúsculo punto azul que
llamamos ”planeta tierra”.
(2007-08-25 10:08)
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