19.2.12

El ronquido universal de la humanidad, que antes me perturbaba, ha arrullado esta mañana mi contemplación.
Como un árbol, erguido, tenso pero flexible, en silenciosa vigilia sin tregua, no siento ya necesidad alguna de despertar a los que duermen…
Quien tenga ojos para ver, que vea, y quien tenga oídos para escuchar, que escuche.
¿Por qué afanarse en hablar a los que se empecinan en continuar sordos o en mostrarles a los que desean seguir ciegos, las maravillas del valle que se contempla desde la cima de la montaña?

4 comments:

El Farabute dijo...

Cual sordo que escuchó y no quiso.
Cual ciego que miró y no supo.
Cual amigo tan humano, tan impreciso.
Por mirarte desde lejos,
que dejó sus surcos en el infierno
cuando el Cielo, parecia un abismo.

Un día, que tal vez sea hoy
o tal vez mañana, que da igual.
Desde lejos se comprende
que lo que es, hasta donde llegue,
nos es mas de lo que hay.

Si me lo tomo en personal
Seremos muchos,
cuando hablemos en plural.
Un faro siempre será una guía
para un velero en altamar.
Y la vida, una bella estampida
cuando nos dejemos llevar.

Y un amigo en éste mundo,
cual caja de Pandora.
Y éste quien te mira,
y éste quien te añora.

Tú que haces acrobacias en el aire,
sin redes de contención.
Y éste tan irreverente, tan insolente
que te admira, sin pedir perdón.



-El Farabute-

Manuel Gerardo Monasterio dijo...

Salud, Amigo! Abrazo planetario de Bhaprem!

El Farabute dijo...

CON TINTA NEGRA Y ROJA.

Y escribo con tinta negra
las lágrimas del olvido.
Y escribo con tinta roja
las lágrimas que despojan
el pasado del presente,
y un futuro sin esposas.

Siempre llega un momento y un punto
donde no hay puntos finales,
sino puntos suspensivos.
Cuando solo quedan verbos,
y se olvidan los sustantivos.

Tras leer un libro entero
y quedarse con solo una frase.
Esa que te marca a fuego,
tan profundo y tan lento.
Ese que mejor sería peor,
nunca haberlo leído.

Tras haber conocido un Maestro,
y haber aprendido tan poco.
Peor hubiera sido,
no haber aprendido nada
por no haberte conocido.


-El Farabute-

Manuel Gerardo Monasterio dijo...

Somos espejos, tú y yo, hermano,donde mayormente se reflejan nuestras mutuas miserias...Pero de vez en cuando, aqui y allá,si estamos atentos, prodremos ver el Resplandor inefable que delata nuestra Genuina Identidad...Y entonces, toda la miseria se disuelve en ese mar de Luz inmarcesible cuya Grandeza es tal, que sólo podemos sostenerla por instantes sin desaparecer en esa Gloria.Todo está Bien.Siempre estuvo Bien. Sólo nuestra mirada necesita ajustes oftalmológicos!
Salud, Hermano! Desde el Fuego la llama te saluda!

 

Copyright 2010 Tristario.

Theme by WordpressCenter.com.
Blogger Template by Beta Templates.