Un mundo simple como el agua,
como el hambre de un niño partido
por el odio de siglos de insensibles y sátrapas.
Un mundo simple como el agua,
como la Pacha Mama perpleja
ante la bestia inenarrable
que escupieron sus entrañas.
Un mundo simple como el agua,
como la niña violada
ante los ojos de todos
sin que nadie haga nada.
Un mundo simple como el agua,
como el hombre partido
y la mujer tronchada
por la indiferencia millonaria
de una humanidad vaciada.
Un mundo simple como el agua,
como la ñata contra el vidrio
y el estupor en la mirada,
el estupor sin pausa
ante tanta maldad programada.
Un mundo simple como el agua:
Misterio que ningún científico
-terrestre o aliénigena-
podrá develar jamás
aunque su mente pervertida
se empeñe en quebrantarlo.
Un mundo simple
de cálidas miradas,
de manos extendidas,
de heridas aliviadas,
de palabras dulces
y Presencia callada.
Un mundo simple como el agua.
Manuel Gerardo Monasterio,
Ciudad de Buenos Aires,
21 de Enero de 2008 a las 9.25
21.1.08
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1 comments:
Hermoso poema, con un final de maravillas!!!
Te mando un gran abrazo mi amigo!
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