Las manos que se unen,
tus manos y mis manos,
son siempre una plegaria!
Manuel Gerardo Monasterio, en "La Otra Orilla", 1983
26.3.08
14.3.08
El mundo actual, pináculo posmoderno en que se ha logrado finalmente que la población mundial viva en éxtasis ante el microchip, las tarjetas integradas y demás engendros portentosos de la tecnología sin alma que impera sobre el planeta, ha terminado dividiéndose en los siguientes biotipos humanos, cuyos prototipos se encuentran hoy paradigmáticamente diseminados por todas las megaciudades:
Una gran mayoría que a su vez divide en tres grandes grupos, a saber:
1-Pelotudos
2-Hijos de Puta
3-Pelotudos que además son hijos de puta
Y una minoría aplastada, perseguida y generalmente acorralada y/o marginada por la presión que ejerce sobre ella la mayoría anteriormente citada, que se compone de:
4-Buena gente medianamente lúcida
El panorama resultaría cómico si acaso no fuese trágico.
Y sería verdaderamente trágico si no fuese irrelevante
desde la perspectiva cósmica.
Lo que lo torna cósmicamente irrelevante,
o cómicamente trágico en su esencial irrelevancia cósmica.
Como los nativos del nuevo mundo, encandilados por los "conquistadores" con chucherías de vidrio y cuentas de colores, la población posmoderna mundial ha cambiado su vida por una montaña de contaminante tecnología que ha llevado el dictum de Nietzsche hasta una altura jamás sospechada:
"Cuando no hay amor, hasta las cosas mejores sólo sirven para hacernos peores"
Mientras los televisores de plasma muestran imágenes fascinantemente inútiles, los ojos han dejado de Ver la vida real.
Mientras las comunicaciones se expanden con una sofisticación creciente, la gente ya no tiene nada de valor para comunicar.
Hemos ido cercenando nuestro sentidos colocándolo todo afuera de nosotros, en aparatos y máquinas.
Devastación Interior.
¿Y es ésta la civilización que observa con soberbia displicencia a las culturas "primitivas" de sus ancestros?
¿Es esto "evolución"?
Los Edvours han terminado de construir su Neocyberg:
idiocia sin amor, bipedestada y con forma humana, que se expande por el planeta que áun tolera la equívoca presencia del Virus que la invade.
Manuel Gerardo Monasterio
a las 13 y 48, en la mal llamada ciudad de Buenos Aires
Una gran mayoría que a su vez divide en tres grandes grupos, a saber:
1-Pelotudos
2-Hijos de Puta
3-Pelotudos que además son hijos de puta
Y una minoría aplastada, perseguida y generalmente acorralada y/o marginada por la presión que ejerce sobre ella la mayoría anteriormente citada, que se compone de:
4-Buena gente medianamente lúcida
El panorama resultaría cómico si acaso no fuese trágico.
Y sería verdaderamente trágico si no fuese irrelevante
desde la perspectiva cósmica.
Lo que lo torna cósmicamente irrelevante,
o cómicamente trágico en su esencial irrelevancia cósmica.
Como los nativos del nuevo mundo, encandilados por los "conquistadores" con chucherías de vidrio y cuentas de colores, la población posmoderna mundial ha cambiado su vida por una montaña de contaminante tecnología que ha llevado el dictum de Nietzsche hasta una altura jamás sospechada:
"Cuando no hay amor, hasta las cosas mejores sólo sirven para hacernos peores"
Mientras los televisores de plasma muestran imágenes fascinantemente inútiles, los ojos han dejado de Ver la vida real.
Mientras las comunicaciones se expanden con una sofisticación creciente, la gente ya no tiene nada de valor para comunicar.
Hemos ido cercenando nuestro sentidos colocándolo todo afuera de nosotros, en aparatos y máquinas.
Devastación Interior.
¿Y es ésta la civilización que observa con soberbia displicencia a las culturas "primitivas" de sus ancestros?
¿Es esto "evolución"?
Los Edvours han terminado de construir su Neocyberg:
idiocia sin amor, bipedestada y con forma humana, que se expande por el planeta que áun tolera la equívoca presencia del Virus que la invade.
Manuel Gerardo Monasterio
a las 13 y 48, en la mal llamada ciudad de Buenos Aires
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