14.7.10

Hoy se debatirá la controvertida Ley que propone ampliar el régimen jurídico del Instituto del Matrimonio a parejas del mismo sexo.

No importa cuál sea la decision del Senado de la Nación, de una u otra forma el tema ha sido pésimamente tratado y cualquiera sea el resultado de la votación, el mismo representará una gestión muy pobre de un asunto de gran importancia, que merecía, como en la mayoría de los países serios, un estudio y una ponderación muchísimo más profunda y prolongada.

Hemos escuchados soberanas insensateces, como eso de que "los políticos tendrían que dedicarse a cosas más importantes que estas". Si la modificación de una estructura que refleja el orden biológico y las polaridad -ley de proporciones cósmicas- es considerado "algo menor", entonces ciertamente hemos perdido el rumbo, y muy severamente.

Pretender que el concepto de "Matrimonio" pertenezca a las religiones -y en particular a la Iglesia Católica- me parece asimismo ilegítimo.
A lo largo de varias páginas de este Blog, he defendido la preservación de la institución "matrimonio" dentro del marco "varón-mujer", desde una perspectiva exclusivamente biológica.
Tener que explicar o defender la noción de que se trata de un orden biológico elemental, no hace más que enfatizar el estado de obnuvilación -y hasta diría ya estupidez-en que se encuentra gran parte de nuestra sociedad.

Decir que la unión entre dos personas del mismo sexo es tan "natural" como las de sexo diferente, es algo que puede refutarse expeditivamente. Decir que es "igual", como pretenden muchos, es darle asimismo rango de igualdad y de deseabilidad en todos los sentidos. Siguiendo este razonamiento elemental, supongamos que elevamos esta condición psicosexual a un rango universal, en el que una mayoría termina formando parejas del mismo sexo: la reproducción -y por ende la supervivencia- de la humanidad dependería exclusivamente de la biotecnología... Algo tan absurdo que nos exime de mayores comentarios al respecto.

No quiero dejar pasar la ocasión para comentar un detalle que me parece importante con respecto a uno de los grandes defensores de esta ley, que ha sido el Diputado Ricardo Cuccovillo,
que tiene un hijo homosexual. Los comentarios que en todos los medios ha vertido el Diputado Cuccovillo me han dado siempre la misma impresión: parece que estuviera haciendo de todo este tema una cruzada personal de reivindicación y hasta de "psicoterapia paterno-filial". Me parece fantástico que acepte plenamente la condición de su hijo y que lo ame sin restricciones -considero que todo padre debería hacer lo mismo-. Pero ¿Qué tiene que ver el resto de la sociedad con ese asunto? ¿Por qué tenemos que hacernos cargo todos los demás de los supuestos "derechos de igualdad" del hijo del Diputado Cuccovillo?

Por otra parte, el escritor Osvaldo Bazán, se ha paseado por todos los medios acotando algunas comentarios tan ridículos como el de "si tuvieran un hijo gay verían que eso es lindo"...
Tener un hijo homosexual no me parece ni lindo ni feo, es una simple realidad que ocurre cuando ocurre. El hecho de que un progenitor lo acepte, no implica de ninguna manera que lo halle "deseable".

En fin, que esto es Argentina, el reino de la inmarcesible trivialidad.



1 comments:

Angie (NG) dijo...

dios dia gris para mi pais, uno mas en la historia.

 

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