11.4.10

La directora Kathryn Bigelow ha producido una obra maestra del reduccionismo y la abstracción, que ha sido recibida por la prensa mundial en su casi totalidad como una obra maestra.

Tal es el estado mental de la humanidad.

La gente de Bagdad es utilizada como una mera escenografía –maniquíes vivientes- para desplegar la supuestamente valerosa actividad de un equipo anti-bombas del ejército estadounidense.

Los soldados estadounidenses en Irak son una banda de ladrones profesionales al servicio de un gobierno corrupto y asesino, que a diferencia de otros malvados con mejores códigos, pretende además vendernos todo eso “como democracia y libertad”.

Que la Academia de Hollywood aplauda tales despliegues, no puede sorprendernos.

Seremos ingenuos, pero todavía sí nos sorprendió el hecho de que el resto de la mayoría del mundo haya opinado tan poco al respecto de semejante impudicia.

Lo he dicho muchas veces (ver aquí reproducción de mi presentación del 2007: http://www.youtube.com/watch?v=XFXDJjAJdWc)

Pero vamos a repetirlo cuantas veces sea necesario:

1.200.000 asesinados en Irak a manos del gobierno de los Estados Unidos (http://www.justforeignpolicy.org/iraq da al día de hoy una cifra de 1.366.350, lo que eclipsa los mentirosos números oficiales y coloca ya al genocidio de Irak por encima del de Rwanda)

¿Será que estos árabes “desarrapados” no tienen el servicio de publicidad con el que cuentan algunos de sus vecinos?

La película “Vivir al límite” es una inmundicia que ejemplifica el nivel de inconsciencia de estos tiempos, tiempos que, es fundamental decirlo, han estado completamente previstos en las escrituras indo-arias desde hace siglos.

Kali Yuga, la Era Negra, en que la humanidad desciende a los más bajos niveles de bestialidad, creyendo en su fantasía que está ascendiendo, mientras en realidad se hunde cada vez en los estados infernales de consciencia.

"Cuando no hay amor, hasta las cosas mejores sólo sirven para hacernos perores” escribió Nietzsche.

Y todos los avances de la tecnología en una cultura sin noción alguna de la Divinidad sólo sirven para enfangarnos en horrores que son difíciles de imaginar hasta que uno los presencia.

Cada vez que algún investigador (como quien esto escribe) cae en la incorreción política intolerable de ponderar los beneficios de una Eugenesia científicamente diseñada, todos los "demócratas" y "liberales" del mundo ponen el grito en el cielo...Pero nadie dice nada cuando las grandes potencias llevan a cabo su sistemático genocidio diseñado a la medida de sus necesidades ideológicas y económicas...

1 comments:

Baby dijo...

Yo creo que el peor personaje creado por la sociedad, no es ni el malvado ni el destructor, sino el que observa, el que permite y mira hacia otro lado cuando debería intervenir!
DEBEMOS ser personajes activos en lo que creemos que es correcto.

 

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